Medicina
Relación entre la microbiota intestinal y la estructura cerebral en personas con el síndrome del intestino irritable
En un nuevo estudio, se han hecho dos hallazgos muy importantes para las personas con el síndrome del intestino irritable (IBS, por sus siglas en inglés) en cuanto a la relación entre el cerebro y los microorganismos que viven en el intestino.
La investigación muestra por primera vez que, para las personas con síndrome del intestino irritable, existe una asociación entre la microbiota del intestino y las regiones cerebrales implicadas en el procesamiento de la información sensorial de sus cuerpos. Los resultados sugieren que las señales generadas por el cerebro pueden influir en la composición de la población microbiana que reside en el intestino y que las sustancias en este último pueden modelar la estructura del cerebro humano.
La investigación la ha realizado el equipo del Dr. Emeran Mayer, de la Universidad de California en Los Ángeles, Estados Unidos, sobre 29 adultos diagnosticados con el síndrome del intestino irritable y 23 sujetos sanos. Mayer y sus colaboradores usaron secuenciación de ADN y varios métodos matemáticos para cuantificar la composición, abundancia y diversidad de la microbiota intestinal.
A continuación, los investigadores cotejaron estas y otras mediciones microbianas del intestino con rasgos estructurales del cerebro. Los dos grupos de sujetos mostraron diferencias significativas y bastante específicas en dicha estructura cerebral.
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El Dr. Emeran Mayer. (Foto: UCLA Health)
El análisis de la microbiota intestinal de una persona podría llegar a convertirse en una prueba rutinaria en la práctica clínica para personas con el síndrome del intestino irritable, y en el futuro, las terapias, como ciertas dietas y probióticos, podrían hacerse personalizadas, con arreglo al perfil microbiano del intestino del individuo.
El síndrome del intestino irritable es una dolencia gastrointestinal causada por cambios en la conducta del tracto gastrointestinal, y se cree que puede tener un componente psicosomático. El síntoma más común es dolor abdominal, complementado con diarrea, estreñimiento, o ambos alternándose. El síndrome afecta a mucha gente en el mundo. Las estimaciones sobre el porcentaje de la población afectado varían entre el 3 y el 20 por ciento. En la mayoría de los casos, los afectados no acuden a un médico en busca de un diagnóstico para sus problemas, mayormente por no ser conscientes de que lo que padecen es una enfermedad específica. El síndrome afecta aproximadamente al doble de mujeres que de hombres.



