Paleontología
Los peculiares rasgos faciales de los neandertales
A principios del siglo XIX, en un terreno de lo que ahora es Bélgica, la ciencia descubrió la existencia pretérita de un tipo de humanos distintos a los de tiempos históricos. Esos restos desenterrados dieron a conocer al mundo los neandertales, extintos hace miles de años.
Dichos restos indicaban que los neandertales eran más bajos pero mucho más robustos y musculosos que el humano típico anatómicamente moderno. Un rasgo de los neandertales que llamó de modo notable la atención fue su nariz mucho mayor que la nuestra y una cara más larga, con la parte media de esta emergiendo hacia delante mucho más que en los rostros de los humanos anatómicamente modernos. Los científicos se han preguntado desde hace mucho tiempo: ¿por qué los neandertales poseían este conjunto de rasgos faciales? O, dicho de otro modo, ¿qué sentido evolutivo tenían esas características anatómicas?
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Buscando responder esa pregunta, el equipo de Stephen Wroe, de la Universidad de Nueva Inglaterra, en Armidale, Nueva Gales del Sur, Australia, y Jason Bourke, del Instituto Tecnológico de Nueva York en Estados Unidos, se valió de simulaciones y otras técnicas informáticas sofisticadas para comparar el comportamiento fisiológico del neandertal con el del humano de hoy en día. Se crearon modelos virtuales tridimensionales de múltiples individuos a través de escaneos de tomografía computerizada, y se efectuaron simulaciones para replicar las configuraciones faciales ante varias situaciones cotidianas, incluyendo morder con la zona de los dientes delanteros e inhalar aire frío a través de la nariz. Además, los investigadores simularon un humano aún más primitivo, el Homo heidelbergensis, para predecir cómo el predecesor del neandertal se comportaba mecánicamente y determinar así la dirección de la evolución.
Este enfoque permitió a los investigadores ignorar la gran prominencia en la zona de las cejas de los neandertales (un rasgo heredado) y se centraron más en su nariz agrandada, que se ha venido considerando una característica única de los neandertales. Las teorías que han tenido mayor aceptación en los últimos años sugieren que su voluminosa estructura facial era necesaria para morder más fuerte y así poder comer alimentos más duros, pero los nuevos análisis sugieren una razón diferente para estos rasgos distintivos. A diferencia de los humanos de hoy en día, que respiramos a través de una combinación de la nariz y la boca dependiendo de nuestro nivel de actividad física, parece que los neandertales dependían más que nosotros de la nariz para respirar, una función que habría requerido que la parte media de su cara fuese más prominente que la del rostro de un humano actual.
La imagen ilustra las diferencias en el cráneo y la forma de la nariz en las tres especies humanas estudiadas. El flujo de aire ha sido coloreado en función de la temperatura (colores cálidos = aire más caliente; colores fríos = aire más frío). Las líneas indican que los neandertales y los humanos modernos divergieron probablemente de un ancestro muy próximo al Homo heidelbergensis. (Imagen: University of New England, Armidale, New South Wales)
Si bien los resultados de los análisis indican que los neandertales eran algo menos eficientes a la hora de acondicionar el aire que los humanos actuales, nos superaban grandemente por su capacidad de transportar grandes volúmenes de aire a través de su canal nasal, hacia y desde los pulmones.
De hecho, las reconstrucciones realizadas durante la investigación demostraron que las narices de los neandertales podían transportar el doble de aire hacia los pulmones que las de los humanos actuales, lo que pudo ser crucial para posibilitar el estilo de vida lleno de tremendos esfuerzos físicos que necesitaban llevar los neandertales para perseguir y cazar animales grandes. La habilidad de obtener en sus pulmones grandes cantidades de oxígeno en entornos con temperaturas mucho más frías que las habituales de tiempo después, debió también permitir a los neandertales mantenerse calientes y activos en el ambiente de la era glacial.