Medicina espacial
Nuevo tratamiento para proteger el cerebro ante la radiación espacial
Los planes para enviar humanos a Marte se topan con muchos desafíos. Uno de los más importantes es cómo proteger a los astronautas de la peligrosa radiación cósmica procedente del espacio profundo. Los humanos que se aventuren más allá del campo magnético protector de la Tierra se verán expuestos a niveles de radiación cósmica que, según algunas estimaciones, son cientos de veces más altos que los que experimentamos en la Tierra o incluso en la órbita baja de la Estación Espacial Internacional. Proteger a los astronautas de esta radiación dañina será fundamental para hacer posible la exploración humana del espacio profundo y quizá algún día su colonización.
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Ahora, el equipo de Susanna Rosi, Xi Feng y Karen Krukowski, de la Universidad de California en la ciudad estadounidense de San Francisco, ha identificado un tratamiento potencial para los daños cerebrales causados por la exposición a rayos cósmicos (chorros de partículas subatómicas, mayormente protones). Se trata de un fármaco que previene el deterioro de la memoria, al menos en ratones expuestos a una radiación equivalente a la espacial.
Este equipo averiguó previamente que exponer a ratones a esa radiación análoga a la espacial causa problemas en la memoria, dificulta las interacciones sociales y promueve la ansiedad. También vinculó estos síntomas de la exposición a la radiación con la activación especial de unas células llamadas microgliales, que constituyen una parte del sistema inmunitario del cerebro. Las células microgliales activadas (reactivas) controlan la inflamación cerebral, y también buscan y eliminan sinapsis, las conexiones que conducen información entre las células del cerebro.
Células microgliales reactivas (rojo + verde) en un hipocampo de ratón irradiado. En tinte azul, núcleos celulares como referencia anatómica. (Foto: Rosi lab / UCSF)
En el nuevo estudio, se expuso durante un día a ratones a una dosis de radiación comparable a la que podrían experimentar en el espacio profundo. Una semana más tarde, algunos de los ratones fueron tratados durante 15 días con PLX5622, un fármaco producido por la compañía farmacéutica Plexxikon, Inc. de Berkeley (EE.UU.), y que el laboratorio de Rosi había demostrado previamente que previene los déficits cognitivos en un modelo de ratón de radioterapia contra el cáncer, al ser administrada antes de la irradiación al cerebro.
En el actual estudio, los animales irradiados no mostraron inicialmente déficits cognitivos, pero después de tres meses empezaron a mostrar señales de deterioro de la memoria, excepto los que habían sido tratados con PLX5622 poco después de la exposición a la radiación. Estos últimos se desempeñaron igual de bien que los ratones sanos (no expuestos a la radiación) en la tarea de memoria que todos debían afrontar. Los investigadores examinaron los cerebros de los animales irradiados y comprobaron que mientras los cerebros de los ratones sin tratar estaban llenos de células microgliales activadas y habían perdido una notable cantidad de sinapsis, los cerebros de los ratones tratados tenían un aspecto muy similar al de los no irradiados.