Biología
Revelan la estructura exacta de la principal sustancia que dota de elasticidad a nuestros tejidos corporales
La elasticidad que permite a los tejidos expandirse, contraerse, estirarse y doblarse innumerables veces a lo largo de una vida es el resultado de la acción de una proteína llamada tropoelastina. De forma notable, esta molécula puede estirarse hasta ocho veces su longitud y siempre retorna a su longitud original.
Ahora, por primera vez, unos investigadores han desentrañado la estructura exacta de esta compleja molécula, así como detalles de las anomalías relacionadas con ella que intervienen en varias enfermedades de origen genético.
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La tropoelastina es la molécula precursora de la elastina, que junto con estructuras llamadas microfibrillas es la clave para la flexibilidad de los tejidos, incluyendo la piel, los pulmones y los vasos sanguíneos. Pero la molécula es compleja, está hecha de 698 aminoácidos en secuencia y está llena de regiones desordenadas, así que conocer al detalle toda su estructura ha sido un desafío importante para la ciencia.
Ese desafío ha sido resuelto por el equipo internacional de Anna Tarakanova y Markus Buehler, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos, que ha utilizado una combinación de modelado molecular y observación experimental para confeccionar unos "planos", átomo por átomo, de la estructura de la molécula.
Este diagrama ilustra la configuración de la compleja molécula tropoelastina, que constituye la base para la elastina, fundamental al proporcionar a tejidos como la piel y los vasos sanguíneos la elasticidad que los caracteriza. La estructura átomo a átomo de la molécula fue desentrañada por un equipo de investigadores de Estados Unidos, Australia y el Reino Unido. (Foto: cortesía de los investigadores)
El estudio mostró cómo diversas mutaciones perniciosas en el único gen que controla la formación de la tropoelastina cambian la rigidez de la molécula así como sus respuestas dinámicas. Esta nueva y reveladora información puede ser útil en el diseño de tratamientos contra las enfermedades provocadas por esas mutaciones nocivas.
Otras mutaciones "artificiales" inducidas por los investigadores en algunos experimentos, y que no se corresponden con ninguna mutación natural conocida, pueden servir para aportar pistas que permitan entender mejor la función de la parte específica del gen afectada por cada una de esas mutaciones.