Robótica
Robots voladores inspirados en las mariposas
Para mejorar la siguiente generación de máquinas voladoras del tamaño de insectos, un equipo de ingenieros ha examinando con cámaras de vídeo de alta velocidad a algunos de los insectos más vistosos del planeta. Analizando cómo exactamente las mariposas revolotean entre las flores con su agilidad y precisión características, los investigadores esperan ayudar a los nuevos robots insectoides voladores a emular esta eficiente habilidad para maniobrar.
El desarrollo de robots voladores del tamaño de insectos tiene múltiples aplicaciones, desde tareas de apoyo en la localización de personas durante operaciones de rescate en escenarios de catástrofes, hasta la inspección de sitios peligrosos sin tener que arriesgar vidas humanas. Estos vehículos son llamados comúnmente MAVs (por las siglas en inglés de Micro Aerial VehicleS, microvehículos aéreos).
Un aspecto en el que los MAVs actuales son deficientes es el de la alta maniobrabilidad necesaria para hacer cosas como las que hacen las mariposas. Se pretende que los nuevos MAVs sean capaces de volar con eficacia a través de entornos urbanos complejos, donde pueden tener que pasar por espacios reducidos y necesitar girar al instante en su interior, y donde también puede haber ráfagas turbulentas e inesperadas de viento, incluyendo los flujos de aire procedentes de fuentes artificiales en edificios, vehículos y demás.
Para resolver esa carencia, el equipo de Tiras Lin, Lingxiao Zheng y Rajat Mittal de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, ha estado estudiando a las mariposas. Según ellos, para diseñar minirrobots aéreos se puede aprender mucho de estos insectos voladores.
Las mariposas se mueven demasiado rápido para que alguien pueda percibir claramente a simple vista las tácticas que estos animales usan. Debido a ello, los investigadores utilizan cámaras de velocidad y resolución muy altas para documentar matemáticamente la trayectoria de cada mariposa y la configuración adoptada en cada momento por las partes de su cuerpo. Han logrado esto con tres cámaras de vídeo capaces de grabar 3.000 imágenes de un megapíxel por segundo. En comparación, una cámara de vídeo estándar suele captar 24, 30 ó 60 cuadros por segundo.
La información obtenida ya les está sirviendo para efectuar las primeras
pruebas de diseño con prototipos de robot mariposa, por ahora todavía
rudimentarios, pero que constituyen el primer paso hacia ese tipo de
robots, más avanzados y plenamente operativos.