Artículo, del blog Ser Vivo, que recomendamos por su interés. Es una muy interesante reflexión sobre el papel como mascotas de las tortugas, animales que, a diferencia de perros y gatos, pueden vivir muchos años. Esto aumenta las probabilidades de que se las acabe abandonando ("poniendo en libertad"), en zonas donde la gente ve que hay otras tortugas; pero esta práctica trae complicaciones.
Las tortuguitas cuando son pequeñas son encantadoras. A los humanos nos atraen las crías de otras especies que generalmente nos resultan más atractivas que los adultos. Sin embargo, tendemos a olvidar que los animales crecen y al hacerlo requieren más espacio.
Cuando vamos a la tienda de animales pensamos en lo bueno que será para los niños tener una mascota, pero los quelonios (el orden de las tortugas) tienen una larga vida proverbial, y cuando los niños dejan de ser niños ya no se acuerdan de la tortuga.
El artículo, del blog Ser Vivo, se puede leer
aquí.