Astronáutica
Lanzado el Landsat-8
El programa Landsat, un histórico de la observación de los recursos terrestres, podrá continuar aportando sus valiosos datos gracias al lanzamiento de la misión LDCM (Landsat Data Continuity Mission), conocida también como Landsat-8. Un cohete Atlas-5 (401) lo envió a su órbita heliosincrónica el 11 de febrero.
Aunque la forma de observar la superficie de la Tierra ha cambiado con el tiempo y la mejora del instrumental, la enorme acumulación de imágenes y datos procedentes del programa Landsat, iniciado hace 40 años, hizo que la NASA encargara un vehículo nuevo, compatible con sus antecesores, que garantizara continuar enviando el mismo tipo de información, y permitir así la comparación entre las imágenes del pasado y las del futuro. El Landsat-8 sería el vehículo que trataría de continuar esta senda.
Construido por las empresas OSC (que aportó la plataforma SA-200HP / LEOStar-3) y Ball Aerospace (que preparó la carga útil junto con el centro Goddard), el Landsat-8 es un satélite de 2.623 Kg equipado con dos instrumentos principales (OLI y TIRS), que operará desde unos 705 Km de altitud durante al menos 5 años. El primero es una cámara para observar el suelo en las bandas visible, infrarrojo cercano e infrarrojo de onda corta, y el segundo un sensor infrarrojo térmico.
Con ellos se observará la erosión, la vegetación y los bosques, el clima, etc. Los datos, que alcanzarán una resolución de 20 metros, serán recibidos por el U.S. Geological Survey.
La misión ha costado 855 millones de dólares, incluyendo el lanzamiento (18:02 UTC, desde Vandenberg). Liberado a los 79 minutos del despegue, el satélite abrió los paneles solares y empezó a comunicar normalmente con la Tierra. Ahora, sus instrumentos serán calibrados durante un período de tres meses. Después, se espera que la información que recojan sea volcada en Internet.
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