Artículo, del blog Psy'n'thesis, que recomendamos por su interés.
La medicina ha experimentado avances espectaculares en las últimas décadas. Sin embargo, muchas de las tecnologías y procedimientos que emplea dependen, en última instancia, del factor humano. Y no hay nada más humano que cometer errores. En particular, una fase del protocolo médico habitual, el diagnóstico, podría ser especialmente sensible a las equivocaciones, con consecuencias que se extienden al tratamiento subsecuente de la enfermedad.
Según reportan Phua y Tan (2013) en un artículo reciente de revisión sobre este tema, la tasa de errores diagnósticos se sitúa entre el 0,6 por ciento y el 12 por ciento, con algunas estimaciones que llegan al 15 por ciento.
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