Astronáutica
Traer por métodos artificiales un asteroide a la órbita lunar
Ese día quedó demostrada una vez más la necesidad de hacer un seguimiento detallado de objetos cósmicos como éste, los asteroides que pueden pasar cerca de la Tierra y eventualmente caer en ella. A dicho seguimiento, se le dedican esfuerzos importantes por parte de la NASA y de la comunidad astronómica internacional, y gracias a ello se han descubierto hasta la fecha 10.713 NEOs.
La NASA está buscando nuevas colaboraciones para un proyecto orientado a acelerar el trabajo de defensa planetaria. Con esta agilización, la búsqueda de NEOs será más rápida y eficaz, lo que ayudará a encontrar todo tipo de amenazas asteroidales para la población humana y a saber qué hacer ante tales amenazas.
Paralelamente, la NASA está desarrollando la Misión de Redireccionamiento de Asteroides (ARM), la primera misión para identificar, capturar y desviar un asteroide hacia una órbita segura en torno a la Luna, para la futura exploración del mismo por astronautas en la década de 2020. Es vital conocer a fondo la estructura geológica y la composición geoquímica de las clases más representativas de asteroides ya que cualquier intento de desviar a uno de ellos de su eventual trayectoria de colisión con la Tierra se deberá preparar de acuerdo con las características geológicas y químicas del asteroide.
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Esta ilustración muestra el concepto básico del proyecto ARM. En ella, se ve a un astronauta haciendo los preparativos para tomar muestras de un asteroide que ha sido desviado de su órbita original y colocado en una órbita estable alrededor de la Luna. El asteroide está envuelto casi por completo por una especie de saco. (Imagen: NASA)
Hay muy pocos NEOs que sean candidatos claros para el Proyecto ARM. La mayoría de los asteroides más conocidos son demasiado grandes para ser capturados por completo y tienen órbitas que no son aptas para que un vehículo espacial los desvíe hacia una órbita alrededor de la Luna. Algunos están tan lejos, que su tamaño y composición son difíciles de discernir, incluso para nuestros telescopios más potentes. Puede haber algunos que sean objetivos potenciales, pero aún es muy poco lo que se sabe de ellos. Trabajar hacia un mejor conocimiento de estos NEOs será también una vía útil para ayudar a perfilar el objetivo definitivo del Proyecto ARM.
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