Medicina
Vigilancia constante de la marcha de terapias anticáncer desde dentro del cuerpo
En la batalla contra el cáncer, que mata a casi 8 millones de personas en el mundo cada año, los médicos tienen en su arsenal muchas armas poderosas, incluyendo varios tipos de quimioterapia y radioterapia. Lo que les falta, sin embargo, es un buen sistema de vigilancia, una forma fiable de obtener datos en tiempo real de lo bien que una terapia en particular está funcionando para un determinado paciente.
Las imágenes por resonancia magnética y otras tecnologías de escaneo pueden indicar el tamaño de un tumor, mientras que la información más detallada de lo bien que un tratamiento está funcionando procede de los exámenes por parte de patólogos de tejidos obtenidos en las biopsias. No obstante, estos métodos ofrecen solo instantáneas de la reacción del tumor, y la naturaleza invasiva de las biopsias acarrea limitaciones notables en su uso.
Ahora, unos investigadores del Instituto Koch, dependiente del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) en Cambridge, Estados Unidos, están cerrando ese vacío de información desarrollando un diminuto sensor bioquímico que puede ser implantado en tejidos cancerosos durante la biopsia inicial. El sensor envía a partir de entonces, de manera inalámbrica, datos acerca de los biomarcadores indicativos del estado del tumor, hacia un aparato “lector” externo, permitiendo a los médicos monitorizar mejor el progreso de un paciente y ajustar en consecuencia las dosis o cambiar de terapias. Hacer a los tratamientos contra el cáncer más precisos y enfocados a blancos más específicos multiplicará su eficacia reduciendo al mismo tiempo la exposición de los pacientes a efectos secundarios considerables.
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Una vez implantado, el sensor envía datos sobre biomarcadores de manera inalámbrica hacia un dispositivo “lector” externo, permitiendo que los médicos vigilen mejor el progreso del paciente y puedan así ajustar o cambiar las terapias según convenga. (Foto: cortesía de los investigadores)
En vez de esperar meses para ver si el tumor está reduciéndose, el sensor desarrollado por el equipo de Michael Cima, Vincent Liu y Christophoros Vassiliou, puede ofrecer información constante e inmediata que permita comprobar si el tratamiento está dando los resultados deseados.
El modelo de sensor ha sido probado con éxito en experimentos de laboratorio, incluyendo su implantación en roedores. Si bien estos sensores fueron implantados solo durante unas pocas semanas, Cima cree que podrían ser utilizados para controlar la salud de una persona a lo largo de muchos años.



