Paleontología
Un antiguo animal parecido a un ñu compartió un raro rasgo con un dinosaurio
Examinando los cráneos fosilizados de unos animales primitivos parecidos a los ñu (Rusingoryx atopocranion) desenterrados en la isla keniata de Rusinga, situada en el Lago Victoria, unos investigadores han descubierto que los poco conocidos mamíferos ungulados tenían un pasaje nasal muy inusual, parecido a una trompeta, solo similar a las crestas nasales de ciertos dinosaurios de la familia Hadrosauridae. El hallazgo ofrece un ejemplo espectacular de evolución convergente entre dos taxones emparentados solo muy de lejos y separados por decenas de millones de años.
La cúpula nasal es una estructura completamente nueva para los mamíferos, no se parece a nada que podamos ver en un animal que viva hoy en día, tal como subraya Haley O'Brien, del equipo de investigación y de la Universidad de Ohio en Athens, Estados Unidos.
Esta convergencia evolutiva podría explicarse por similitudes en el estilo de vida seguido por los Rusingoryx y los hadrosaurios. De hecho, estos últimos son llamados en ocasiones las “vacas del Cretáceo”.
Al principio, los investigadores pensaron que la cúpula nasal hueca podría haber tenido algo que ver con la termorregulación. Ahora, con arreglo a los últimos resultados de sus investigaciones anatómicas y de la labor de modelado acústico, piensan que el tubo nasal parecido a una trompeta pudo permitir al Rusingoryx hacer más graves sus sonidos vocales de comunicación. De hecho, sus cálculos sugieren que los animales pudieron emitir señales de tono muy próximo al infrasonido, tanto que otros animales probablemente eran incapaces de oír a los individuos de una manada dialogar entre sí.
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Interpretación artística del Rusingoryx atopocranion en las planicies del Pleistoceno tardío de lo que ahora es la Isla de Rusinga, en el lago Victoria. Los científicos han encontrado muchas conexiones entre el Rusingoryx y los dinosaurios hadrosaurios, particularmente la gran cúpula hueca que forma una cresta sobre el cráneo del animal. (Foto: Todd S. Marshall (http://www.marshalls-art.com))
Se piensa que tanto el Rusingoryx como los dinosaurios hadrosaurios eran altamente sociales. Podrían haberse comunicado entre sí a lo largo de distancias bastante grandes.
Las vocalizaciones pueden alertar a los depredadores, y por eso cambiar su tono para ponerlo fuera de la capacidad auditiva de estos podría haber hecho más seguras las comunicaciones.
Además, tanto el Rusingoryx como los hadrosaurios eran herbívoros consumados, cada uno con dientes altamente especializados. Sus respectivas y notables especializaciones dentales quizá propiciaron cambios en la mandíbula inferior y en los pómulos que acabaron ayudando a conducir al tipo de modificaciones peculiares que vemos en ellos.



