Astronáutica
Hacia una mejora revolucionaria de la propulsión iónica
La NASA (agencia espacial estadounidense) ha seleccionado a la empresa Aerojet Rocketdyne, Inc. de Redmond, Washington, para diseñar y desarrollar un sistema avanzado de propulsión iónica (también conocida como propulsión eléctrica) que permitirá llevar a cabo misiones de exploración cósmica a grandes distancias de la Tierra, incluyendo la porción robótica de la ARM (Asteroid Redirect Mission), una misión de la NASA basada en la idea de identificar, capturar y desviar un asteroide diminuto (o un bloque de uno grande) hacia una órbita segura en torno a la Luna, a fin de permitir allí su estudio detallado.
El trabajo que se realice, bajo el contrato, del sistema AEPS (Advanced Electric Propulsion System) podría potencialmente aumentar en diez veces la eficiencia del combustible para el transporte espacial, respecto a la actual tecnología de propulsión química, y alcanzar más del doble de la capacidad de empuje en comparación con los actuales sistemas de propulsión iónica.
Aerojet Rocketdyne supervisará el desarrollo y entrega de un sistema integrado de propulsión iónica que consistirá en un propulsor, una unidad de procesamiento de energía (PPU), un controlador de flujo de xenón de baja presión, y los equipamientos eléctricos. La NASA ha desarrollado y probado un propulsor prototipo y una PPU que la compañía podrá utilizar como diseño de referencia.
La empresa construirá, probará y entregará una unidad de desarrollo de ingeniería para ensayos y evaluación, en preparación para la producción de posteriores unidades de vuelo.
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La NASA espera que la energía eléctrica necesaria para el funcionamiento de este sistema avanzado de propulsión eléctrica en el espacio sea generada por paneles solares que emplearán estructuras similares a las desarrolladas bajo contratos separados.
La agencia ha estado mejorando el desarrollo de la tecnología de propulsión iónica para viajes espaciales durante más de cinco décadas. El primer propulsor iónico de este tipo con éxito fue desarrollado en el Centro Glenn de Investigación de la NASA, en Cleveland, Ohio, Estados Unidos, en la década de 1950.



