Las búsquedas de minicréditos crecen en Google un 400% en 4 años

Es una realidad innegable que internet hace años que se ha convertido en la plataforma que más crece tanto para obtener información, establecer conexiones personales y contratar o adquirir todo tipo de bienes y servicios.

Uno de los servicios que no solo ha crecido, sino que prácticamente no existía y hoy tiene un peso importante en internet son los préstamos 100% online. Las empresas que los ofrecen únicamente existen en la red por lo que no dan servicios a personas que quieran realizar la gestión en una oficina. El ahorro en costes de personal y establecimientos permite a estas marcas crecer como la espuma. Muchas de ellas, como Presta Money, no aparecen en grandes medios de comunicación y generan todos sus ingresos bajo el paraguas de Google. El buscador más usado en el mundo, en España tiene el 90% del mercado, ofrece a las empresas un gran flujo de visitantes solo por aparecer en primera página.

Para hacernos tan solo una idea la palabra “minicreditos” en enero de 2004 no registraba búsquedas en Google mientras que en 2016 tiene más de 12.000 búsquedas mensuales según SemRush (véase evolución en la imagen).

¿Cuál es el secreto de su éxito?

La principal razón la podríamos encontrar en el cierre del grifo del crédito por parte de las entidades financieras tradicionales. Esto obliga a las personas a encontrar alternativas como la de todocreditosrapidos.es. En este caso el hecho de que las nuevas empresas financieras operen 100% online, lo hagan en cuestión de minutos y sin necesidad de grandes papeleos ha sido un factor determinante para su multiplicación.

En cuestión de pocos años el grupo de empresas financieras que operan solo en internet se ha multiplicado por tres o por cuatro. Es conveniente ser muy responsable a la hora de acudir a este servicio puesto que si bien es muy accesible y en ocasiones barato los costes por demora pueden dispararse.

Para evitar problemas lo mejor es informarse bien antes del funcionamiento y calcular cuales son los costes directos y los posibles de producirse un retraso en la devolución.