Psicología
Las regiones cerebrales en las que aprendemos a partir de los actos de otras personas
Un equipo de investigadores ha encontrado un modo de estudiar cómo nuestros cerebros evalúan la conducta, y las probables acciones futuras, de otras personas durante interacciones sociales competitivas. Este estudio es el primero en usar un enfoque computacional para detectar diferentes patrones de actividad cerebral durante estas interacciones.
Cuando los jugadores compiten entre sí en un juego, tratan de crear un modelo mental de las intenciones de las demás personas, qué van a hacer y cómo van a jugar, para así poder jugar estratégicamente contra ellas.
El equipo de Kyle Mathewson y Lusha Zhu, ambos de la Universidad de Illinois en Estados Unidos, y Ming Hsu (quien ahora está en la Universidad de California en Berkeley), se interesó en cómo ocurre este proceso en el cerebro.
Los estudios anteriores tendían a considerar sólo el cómo aprendemos a partir de las consecuencias de nuestras propias acciones. En esos estudios se encontró una actividad mayor en los ganglios basales, un conjunto de estructuras cerebrales que se sabe que están implicadas en el control de movimientos musculares, la valoración de objetivos y el aprendizaje. Muchas de estas estructuras emiten señales mediante la dopamina, un neurotransmisor de gran importancia. Eso es algo muy bien estudiado, y se descubrió que la dopamina parece transportar la señal para el aprendizaje basado en las consecuencias de nuestras propias acciones. Sin embargo, no estaba muy bien caracterizado el proceso cerebral que nos permite aprender a partir de las acciones de otras personas.![[Img #7301]](upload/img/periodico/img_7301.jpg)
En el nuevo estudio, ambos tipos de aprendizaje fueron rastreados en la actividad del estriado ventral, que es parte de los ganglios basales. Se sabe que la zona está implicada en el aprendizaje basado en las consecuencias de las acciones de uno mismo, por lo que los autores del nuevo estudio se sorprendieron un poco al ver que el aprendizaje a partir de las acciones de otras personas también era representado en esa área. Este tipo de aprendizaje también estimulaba la actividad en la zona cingulada anterior rostral, una estructura situada a gran profundidad en la parte frontal del cerebro.
Hay varias alteraciones mentales que afectan a los circuitos cerebrales examinados en este nuevo estudio. Entre ellas, figuran la esquizofrenia, la depresión y la enfermedad de Parkinson. Por tanto, cuanto más se descubra acerca de tales circuitos cerebrales, mejores oportunidades habrá de desarrollar tratamientos para combatir a esas enfermedades.



