Artículo de Germán Fernández Sánchez, en el blog El Neutrino, que recomendamos por su interés.
En las primeras décadas del siglo XX, la física cuántica no pasaba de ser un conjunto de recetas y de modelos fenomenológicos cuya coherencia y significado profundo escapaban a los científicos.
Así, el modelo atómico de Bohr, en el que los electrones giraban alrededor del núcleo en órbitas específicas, no era más que eso, un modelo en el que había que imponer tres postulados aparentemente arbitrarios, y que desafiaban las leyes de la física conocidas por entonces, para obtener resultados acordes con los datos experimentales y para explicar la estabilidad de la materia y los espectros de emisión y absorción de los átomos.
El artículo, publicado en el blog El Neutrino, se puede leer
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