Climatología
¿Los trastornos meteorológicos provocados por el calentamiento global pueden a su vez intensificarlo?
Cuando aumenta la cantidad de dióxido de carbono presente en la atmósfera, la Tierra no sólo se calienta, sino que los fenómenos meteorológicos extremos, como las sequías prolongadas, las olas de calor, las lluvias torrenciales y las tormentas violentas pueden aparecer con mayor frecuencia.
Una de las preguntas clave que los climatólogos se han hecho durante mucho tiempo es si estos eventos climáticos extremos causarán un aumento adicional del dióxido de carbono (CO2) que se libera a la atmósfera por los ecosistemas terrestres, reforzando así el cambio climático en un círculo vicioso de realimentación.
El equipo internacional de Markus Reichstein, director del Instituto Max Planck de Biogeoquímica en Jena, Alemania, parece que ha encontrado la respuesta a esa pregunta.
El grupo ha descubierto que los ecosistemas terrestres cada año absorben aproximadamente 11.000 millones de toneladas menos de dióxido de carbono como resultado de los eventos climáticos extremos, en comparación con lo que habría sucedido si esta radicalización de la meteorología no se hubiera producido. Esa cantidad equivale aproximadamente a una tercera parte de las emisiones globales anuales de CO2.
Los períodos de sequías extremas, en particular, reducen significativamente la cantidad de carbono absorbida por los bosques, los prados y las tierras agrícolas.![[Img #15425]](upload/img/periodico/img_15425.jpg)
Los investigadores están planeando llevar a cabo más estudios para conocer mejor las consecuencias que pueden acarrear los eventos meteorológicos extremos. Por ejemplo, quieren averiguar de qué manera los diferentes ecosistemas reaccionan a tales eventos, mediante experimentos de campo y también en el laboratorio.
Experimentos de este tipo ya han sido realizados, pero sólo se miraba, principalmente, a los eventos extremos que ocurren una vez cada 100 años, tal como puntualiza Michael Bahn, de la Universidad de Innsbruck en Austria y miembro del equipo de investigación. "También debemos tener en cuenta aquellos eventos que hasta ahora solo sucedían una vez cada 1.000 ó incluso cada 10.000 años, porque es muy probable que se vuelvan mucho más frecuentes para finales de este siglo", es el comentario, un tanto inquietante, que añade Bahn.
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