Paleontología
Determinan que un marsupial extinto era capaz de cazar presas más grandes que él
La especie Nimbacinus dicksoni forma parte de una familia extinta de carnívoros marsupiales australianos y de Nueva Guinea, la Thylacinidae. Si exceptuamos a una especie extinguida en tiempos modernos, la mayor parte de la información conocida sobre las especies de esta familia procede de fragmentos de cráneos recuperados, lo que limita el análisis de su diversidad y su ecología. Gracias al hallazgo de un cráneo conservado de N. dicksoni de aproximadamente 16 a 11,6 millones de años de antigüedad, procedente del yacimiento paleontológico de Riversleigh, declarado Patrimonio de la Humanidad, y ubicado en el noroeste de Queensland, en Australia, unos especialistas de la Universidad de Nueva Inglaterra y la Universidad de Nueva Gales del Sur, ambas en Australia, han resuelto finalmente el enigma de si el N. dicksoni era capaz de cazar presas grandes o solo pequeñas.
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El equipo de Marie Attard, de la Universidad de Nueva Inglaterra, utilizó técnicas de reconstrucción virtual en 3D y modelado por ordenador para reconstruir el cráneo del Nimbacinus, someterlo digitalmente a pruebas de resistencia estructural, y compararlo con modelos de grandes marsupiales carnívoros vivos (Demonio de Tasmania, Dasyurus maculatus y Dasyurus hallucatus), y con el marsupial conocido popularmente como tigre de Tasmania, que se extinguió en 1936, y que es el pariente evolutivo más próximo de N. dicksoni.
El hallazgo sugiere que el Nimbacinus dicksoni era un cazador oportunista, cuyas presas potenciales incluían a pájaros, ranas, lagartos y serpientes, así como un amplio surtido de marsupiales.
En la investigación también han trabajado William C. H. Parr, Laura A. B. Wilson, Michael Archer, Suzanne J. Hand, Tracey L. Rogers y Stephen Wroe.
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