Biología
El pionero de la computación Alan Turing acertó hace más de 60 años con su teoría biológica de la morfogénesis
Ahora, 60 años después de la muerte de Turing, unos investigadores de la Universidad Brandeis, en Waltham, Massachusetts, y la Universidad de Pittsburgh en Pensilvania, de Estados Unidos ambas instituciones, han encontrado la primera prueba experimental que valida la teoría de Turing en estructuras similares a células.
Turing fue el primero en ofrecer una explicación química de la morfogénesis. Él teorizó que las células biológicas idénticas se diferencian y cambian de forma a través de un proceso llamado reacción-difusión intercelular. En este modelo, las sustancias de un sistema reaccionan entre sí y se difunden a través de un espacio, como puede ser entre las células en un embrión. Estas reacciones químicas necesitan una agente inhibidor, para suprimir la reacción, y un agente excitatorio, para activarla. Esta reacción química, al difundirse a través de un embrión, creará patrones de células químicamente diferentes.
Turing predijo que podrían surgir seis patrones diferentes de este modelo.
El equipo de Seth Fraden, profesor de física, e Irv Epstein, profesor de química, creó anillos de estructuras sintéticas comparables a células y dotadas con un sistema de activación e inhibición de las reacciones químicas para poner a prueba el modelo de Turing. Y ciertamente, los investigadores observaron los seis patrones, e incluso un séptimo adicional no previsto por Turing.
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Tal como Turing teorizó, las estructuras que habían comenzado siendo idénticas y que luego habían pasado a ser químicamente diferentes, también comenzaron a cambiar de tamaño debido a la ósmosis.
Esta investigación podría afectar no sólo el estudio de la evolución biológica y de cómo patrones similares surgen en la naturaleza, sino que también podría abrir nuevos horizontes en la ciencia de los materiales. El modelo de Turing podría ayudar al crecimiento automatizado de robots blandos con ciertos patrones y formas.
En la nueva investigación también han trabajado Nathan Tompkins, Ning Li y Camille Girabawe, de la Universidad Brandeis, así como G. Bard Ermentrout, de la Universidad de Pittsburgh.
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