Ingeniería
Aerogeneradores flotando en el aire
Los aerogeneradores aerostáticos de la empresa Altaeros Energies, fundada por Ben Glass y Adam Rein, dos antiguos alumnos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Cambridge, Estados Unidos, son los primeros comerciales de su clase que se han creado en el mundo.
Estos aerogeneradores usan una envoltura en forma de cilindro llena de helio, para flotar a una altura tan elevada como la de un rascacielos y capturar los vientos más fuertes y estables disponibles a esa altitud.
El sistema llamado BAT, que ha demostrado producir el doble de energía que las turbinas de tamaño parecido montadas en torres, está ahora preparándose para entrar en funcionamiento en una zona rural de Alaska, Estados Unidos.
Rodeado por un armazón circular inflable de 10,7 metros de largo (35 pies), hecho del mismo tejido de gran duración utilizado en zepelines y velas de barco, el BAT se mantiene a una altitud de entre 300 y 600 metros aproximadamente (entre 1.000 y 2.000 pies), donde los vientos soplan con una fuerza de cinco a ocho veces mayor, así como de un modo más continuado, que los vientos en la cima de las torres, a una altura típica de aproximadamente entre 30 y 90 metros (de 100 a 300 pies).
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Tres cables conectan el BAT a una estación terrestre giratoria, ajustando de manera automática su altitud para obtener los vientos más fuertes posible. La energía generada por la turbina desciende por uno de los cables hasta la estación terrestre, desde donde la electricidad se suministra allá donde se la necesite.
El próximo año, el BAT ensayará su capacidad de energizar pequeñas redes eléctricas en un lugar al sur de Fairbanks, Alaska, en una prueba de 18 meses. La población en la Alaska rural depende de generadores eléctricos alimentados por combustibles fósiles para obtener su electricidad, pagando hasta 1 dólar por kilovatio-hora de electricidad. El BAT, que tiene una capacidad de 30 kilovatios, aspira a rebajar el coste del kilovatio-hora hasta unos 18 centavos.
A pesar de su eficiencia, el BAT no está diseñado para reemplazar las turbinas convencionales montadas en torres, sino más bien para llevar la energía eólica a áreas remotas desconectadas de las grandes redes eléctricas, donde las torres eólicas no son prácticas o factibles económicamente. La construcción de turbinas eólicas convencionales, por ejemplo, necesita de toneladas de hormigón y el uso de grúas, que pueden ser difíciles de maniobrar en ciertos sitios. El BAT modular se puede transportar, desmontado en dos camiones, y al llegar al sitio de su despliegue, basta con inflarlo y dejar que él mismo se eleve en el aire, para empezar a funcionar.
En tales lugares, el abastecimiento eléctrico a menudo se ha venido realizando mediante caros generadores eléctricos alimentados con combustibles fósiles.
Los usuarios potenciales de estos nuevos aerogeneradores serían comunidades remotas e isleñas; empresas de telecomunicaciones, agrícolas, de minería o de gas y petróleo; organizaciones que prestan auxilios en casos de catástrofes; y bases militares.
Por ahora, Altaeros está centrada en poner en servicio comercial su tecnología en el citado lugar de Alaska, y después, más adelante, intentará desplegar la tecnología en otras partes del mundo.
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