Robótica
Vía para lograr robots que reaccionen con más rapidez y eficacia a lo que ven
Una de las razones por las que las personas comunes aún no tenemos coches que conduzcan solos ni hay minihelicópteros robóticos entregando a domicilio objetos físicos comprados online por un inquilino, es que los vehículos autónomos tienden a perder bastante eficiencia cuando se ven sometidos a condiciones muy exigentes, como por ejemplo las inherentes de circular a gran velocidad. Un sistema de conducción automática que permite aparcar impecablemente un automóvil, moviéndose obviamente a la baja velocidad que es propia del acto de aparcar un coche, puede tener en cambio problemas en reaccionar a tiempo ante un obstáculo imprevisto cuando el vehículo que pilota circula a 60 kilómetros por hora (37 millas por hora).
Parte del problema es el tiempo que se necesita para obtener e interpretar los datos de las cámaras. Un vehículo autónomo que utilice una cámara estándar para vigilar sus alrededores podría necesitar aproximadamente una quinta parte de un segundo para actualizar su posición. Eso es suficientemente bueno para unas condiciones de operación normales, pero no lo bastante rápido como para afrontar lo inesperado.
El equipo de Andrea Censi, un investigador del Laboratorio de Sistemas de Información y de Decisión (LIDS por sus siglas en inglés), adscrito al MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) en Cambridge, Estados Unidos, y Davide Scaramuzza, de la Universidad de Zúrich en Suiza, ha llegado a la conclusión de que una buena solución podría ser complementar las cámaras con sensores de un nuevo tipo, conocido como sensor neuromórfico, que pueden tomar mediciones un millón de veces por segundo.
El nuevo algoritmo se vale de los eventos de cambio de brillo de baja latencia de un sensor de visión dinámica, así como de los datos de una cámara normal, a fin de extraer información crucial para lograr que un sistema robótico reaccione con mayor destreza y rapidez ante obstáculos inesperados cuando viaja a gran velocidad. La fotografía de la izquierda muestra la visión normal que se obtiene mediante la cámara, y la de la derecha muestra los citados eventos de cambio de brillo de baja latencia, marcados en rojo y azul, superpuestos en la imagen en blanco y negro de la cámara. (Imagen: Cortesía de los investigadores)
Estos científicos han desarrollado un algoritmo, el primero de su tipo, que aprovecha los datos de esa nueva clase de sensores, y gracias al cual se podría conseguir que los robots que se mueven a gran velocidad no pierdan la eficacia que poseen a baja velocidad.
Un robot que utilizase su algoritmo podría actualizar su posición cada milésima de segundo, más o menos, permitiéndole esto realizar maniobras mucho más ágiles y precisas.