Antropología
Brecha genética entre cazadores-recolectores y agricultores en la Edad de Piedra escandinava
Un equipo internacional de científicos ha presentado los resultados de una minuciosa investigación sobre un capítulo local de la historia demográfica de los humanos en la Edad de Piedra. Un análisis genómico de los restos de humanos de esa época en Escandinavia ha revelado que los cazadores-recolectores de entonces existieron en menor número poblacional que los agricultores, siendo finalmente absorbidos por estos últimos según parece.
La transición que aconteció desde el estilo de vida de los cazadores-recolectores hasta el de los agricultores, ha sido tema de fuertes debates durante un siglo. Cuando los científicos aprendieron a extraer del ADN de restos humanos antiguos mucha información reveladora sobre el individuo, se abrió una nueva vía para averiguar cosas sobre la gente que vivió en ese periodo. Sin embargo, a pesar de esto, han persistido cuantiosas lagunas sobre la estructura poblacional prehistórica asociada con la transición hacia el estilo de vida agrícola en Europa.
Para muchas de las más importantes preguntas, la información aportada por el ADN de la gente actual no basta para desentrañar la historia antigua. La mejor manera de desentrañar vía ADN los secretos de la historia antigua es analizando los datos biológicos directos, a pesar de los retos que esto implica. Y esto es precisamente lo que ha logrado el equipo de Helena Malmström y Mattias Jakobsson, de la Universidad de Uppsala en Suecia, Pontus Skoglund, ahora en la Universidad Harvard, en Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos, así como Anders Götherström y Jan Storå, de la Universidad de Estocolmo en Suecia. Los investigadores han obtenido abundantes datos genómicos de una cantidad de individuos antiguos que resulta inusualmente alta para lo que es habitual en este tipo de análisis. Los restos mortales de los once individuos de la Edad de Piedra Escandinava tienen entre 5.000 y 7.000 años de antigüedad. Algunos de los sujetos fueron cazadores-recolectores, de varios periodos de tiempo, y otros figuraron entre los primeros agricultores de la región.
El material usado para el estudio proviene del territorio continental de Escandinavia, así como de la isla báltica sueca de Gotland.
Los cazadores-recolectores de la Edad de Piedra tuvieron mucha menor diversidad genética que los agricultores. Esto sugiere que los primeros tenían un tamaño poblacional muy inferior al de los segundos. La baja variación genética en los cazadores recolectores pudo deberse en buena parte a la inestabilidad de las condiciones de vida inherente a su estilo de vida, una inestabilidad que probablemente afectó mucho al tamaño de su población.
La transición en Europa desde los cazadores-recolectores a los agricultores está sembrada de enigmas. En el caso de Europa Central, por ejemplo, el último grupo conocido de cazadores-recolectores de la región (http://noticiasdelaciencia.com/not/8688/) parece que estuvo conviviendo con una población de agricultores pero sin mezclarse con ellos. Esto plantea muchas preguntas que por ahora carecen de respuesta: ¿Desconfiaban unos de otros? ¿Las costumbres y tradiciones de una sociedad impedían aceptar nuevos usos como sí hacía la otra? ¿Había un choque cultural entre Lo Antiguo y Lo Nuevo? ¿Fue un grupo el que marginó al otro, o el rechazo era mutuo? Ni siquiera está claro si ambas tribus coexistían en paz o, si por el contrario, guerreaban una contra otra.