Astronáutica
Marte, nuevo e inesperado escenario de negocios en telecomunicaciones
La NASA se ha planteado recientemente examinar la posibilidad de utilizar satélites comerciales que orbiten a Marte para proporcionar capacidad de telecomunicaciones destinada a las misiones robóticas al Planeta Rojo para los próximos años. Dependiendo de los resultados, esta nueva estrategia de exploración podría revelarse como un componente vital en futuras misiones científicas y en el camino hacia la tan ansiada misión que lleve astronautas a Marte.
La NASA contempla posibles nuevos modelos de negocio que implicarían que la agencia contratara la compra de servicios de un proveedor comercial, el cual sería el propietario y el responsable del manejo de uno o más orbitadores repetidores para comunicaciones. La solicitud está abierta a todo tipo de organizaciones, incluyendo a la industria, universidades, otras instituciones y entidades sin ánimo de lucro, de dentro y fuera de Estados Unidos.
El motivo de este interés de la NASA para garantizarse una infraestructura adecuada de telecomunicaciones en Marte se debe a que en los últimos años su presencia allí a través de misiones que están resultando extraordinariamente longevas se ha vuelto permanente. La eventualidad de quedarse en la década del 2020 sin medios de comunicación en Marte echaría por la borda los buenos resultados científicos que sin duda se generarán en esa década y en años posteriores.
Las sondas de aterrizaje y los robots marcianos transmiten actualmente sus datos científicos y otras informaciones a la Tierra ya sea por medio de un enlace de comunicaciones directo o a través de satélites en órbita a Marte que actúan como estaciones repetidoras. El enlace directo está severamente limitado, debido a los límites de masa, volumen y energía de los robots. Para evitar tales límites, el Programa de Exploración de Marte de la NASA utiliza actualmente repetidores de radio en sus orbitadores científicos marcianos. Las naves espaciales llevan antenas de alta ganancia y transmisores de potencia más alta, que proporcionan enlaces energéticamente eficientes de alta velocidad entre los orbitadores y los vehículos en misiones de superficie cada vez que los primeros sobrevuelan a los segundos.
La NASA maneja actualmente en órbita a Marte dos orbitadores científicos con capacidad de actuar como repetidores, el Odyssey, lanzado en 2001, y el Mars Reconnaissance Orbiter (MRO), lanzado en 2005. Estas naves espaciales permiten los enlaces de comunicaciones desde los robots Curiosity y Opportunity, que se hallan en la superficie de Marte. Este método continuará con la llegada el 21 de septiembre de la sonda MAVEN, y la llegada en 2016 de la nave ExoMars/Trace Gas Orbiter, de la agencia espacial rusa Roscosmos y la Agencia Espacial Europea (ESA).
La invitación de la NASA a enviar propuestas de colaboración busca también fomentar ideas innovadoras para sistemas rentables que proporcionen servicios de comunicaciones destinados a los actuales vehículos de aterrizaje, así como para mejorar de forma significativa el rendimiento de las comunicaciones. Una posible área de mejora es la de las comunicaciones ópticas o por láser. La NASA demostró con éxito una tecnología de comunicaciones por láser en octubre de 2013, con la misión LADEE. La LADEE hizo historia usando un rayo láser pulsante para transmitir datos entre la Luna y la Tierra separadas por unos 384.000 kilómetros, (unas 239.000 millas), a la velocidad récord de 622 megabits por segundo (Mbps).