Astronomía
Los “acuíferos” exóticos de una luna del planeta Saturno
En Titán, como se ha ido descubriendo en años recientes gracias a la misión Cassini-Huygens de la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Italiana, hay cientos de lagos y mares distribuidos a lo largo y ancho de la región polar norte. Estos lagos están llenos no con agua sino con hidrocarburos, una clase de compuestos orgánicos que se encuentra también de forma natural en la Tierra y que incluye al metano. Se cree que la mayor parte del líquido en los lagos de Titán es repuesto por la lluvia proveniente de sus nubes atmosféricas. Pero es muy poco lo que se sabe acerca de cómo se mueven los líquidos de un escenario a otro, y cómo se reciclan a través de la corteza de Titán y su atmósfera.
Un estudio reciente, a cargo del equipo de Olivier Mousis, de la Universidad del Franco Condado, en Francia, examinó cómo la lluvia de metano de Titán interactuaría con los materiales helados dentro de los depósitos subterráneos naturales. Mousis y sus colegas han determinado que la formación de los materiales llamados clatratos cambia la composición química de la escorrentía (escurrimiento) de la lluvia que abastece a estos “acuíferos” de hidrocarburos. Este proceso lleva a la formación de depósitos de propano y etano que podrían alimentar a algunos ríos y lagos.
Ya se sospechaba que una porción importante de los lagos de la superficie de Titán podía estar conectada con cuerpos ocultos de líquido bajo la corteza del satélite. El nuevo estudio respalda esta idea y aporta nociones más claras sobre cómo podrían ser estos lagos o mares ocultos.
En la investigación también han trabajado científicos de la Universidad Cornell en Ithaca, Nueva York, Estados Unidos, y del JPL (Jet Propulsion Laboratory, o Laboratorio de Propulsión a Chorro) de la NASA en Pasadena, California, Estados Unidos.