El modo en que las mujeres valoran su propio cuerpo está conectado sólo
indirectamente con su índice de masa corporal, según se desprende de los
resultados de una investigación reciente.
La influencia más fuerte sobre la valoración que bastantes mujeres hacen de
sus cuerpos es la ejercida por el nivel de importancia que ellas dan a cómo
la gente de su entorno juzgará sus cuerpos. Así lo sugieren los resultados de
dicho estudio.
Por otro lado, cuanto más sea capaz una mujer de concentrarse en los
aspectos pragmáticos de su cuerpo, es decir en la salud del mismo y en cuán bien
se nota ella físicamente, mayor será su tendencia a comer guiándose por las
sensaciones físicas de hambre y saciedad, en vez de por emociones o por la
simple presencia de comida al alcance de su mano.
Las mujeres que se centran más en el buen funcionamiento de su cuerpo, y
menos en cómo éste es valorado por los demás, van a tener una imagen de su
cuerpo más positiva y saludable, y una tendencia a comer de acuerdo con las
necesidad de su cuerpo en vez de con arreglo a lo que las tendencias sociales de
su entorno determinen, según las conclusiones del equipo de la psicóloga Tracy
Tylka, de la Universidad Estatal de Ohio.
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