Geología
Posible esclarecimiento de algunos misterios geológicos del Tíbet
Durante muchos años, la mayoría de los científicos que estudian el Tíbet ha pensado que, a cierta profundidad bajo la base de esa meseta, existe una porción de corteza muy caliente y débil, que fluye como un líquido. Ahora, un equipo de investigadores cuestiona esta creencia tan arraigada y propone que un mecanismo completamente diferente es el que actúa allí.
La zona del Tíbet y de las montañas del Himalaya está entre las regiones más dinámicas del planeta. Las colisiones entre placas tectónicas en el subsuelo de la Tierra, causantes de los terremotos y de la evolución del Tíbet y el Himalaya, son procesos geológicos comunes que han actuado en muchas ocasiones a lo largo de la historia de la Tierra, pero en la actualidad suceden con un vigor y una energía sólo existentes en esa zona.
La idea de que el Tíbet está más o menos flotando sobre una capa de la corteza parcialmente fundida goza de buena aceptación en la comunidad científica. Sin embargo, hay cabos sueltos que resulta difícil atar de manera convincente con la teoría tradicional.
La nueva investigación, llevada a cabo por el equipo de Jean-Philippe Avouac y Brian Wernicke, ambos del Instituto Tecnológico de California (Caltech), y Alex Copley (ahora en la Universidad de Cambridge), cuestiona ahora esa teoría y ofrece una alternativa a ella.
El equipo de Avouac propone una situación muy distinta: que bajo el Tíbet existe en realidad una corteza inferior muy fuerte. Su modelo tiene en cuenta los efectos de la acción conjunta de diversos procesos geológicos en el Tíbet, así como sus causas y consecuencias, y ofrece una posible explicación para las variaciones en los tipos de terremotos acaecidos en la Meseta Tibetana.
El nuevo enfoque de este estudio podría ayudar a profundizar en los entresijos de los mecanismos que controlan la conducta geológica de grandes cordilleras, y los terremotos que se producen dentro de ellas.