Astronomía
Posible mar subterráneo en Mimas
Un análisis de mediciones de los bamboleos (movimientos de libración) de Mimas, una luna del planeta Saturno, hechas por la sonda espacial Cassini, en órbita al planeta desde 2004, permite inferir que la corteza de hielo de la superficie de este satélite recubre un núcleo rocoso con la forma de pelota de rugby, o bien un océano subterráneo bastante agitado.
Esta es la conclusión a la que ha llegado el equipo internacional de Radwan Tajeddine, de la Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva York, Estados Unidos.
En términos físicos, esos movimientos de libración deberían producir un desplazamiento superficial de unos 3 kilómetros. En cambio, los investigadores observaron un inesperado desplazamiento de superficie de 6 kilómetros.
Este fenómeno puede revelar rasgos clave del interior del astro.
Los astrónomos emplearon fotografías de Mimas tomadas por la citada nave de la NASA en diferentes momentos y desde varias perspectivas, para construir modelos digitales en 3D de la posición de cientos de puntos de referencia en la superficie. A partir de ellos, los investigadores determinaron la forma de la luna y pudieron comprobar que el satélite no giraba suavemente sino que también oscilaba un poco de un lado a otro.
Estos bamboleos indican que el interior de Mimas no es uniforme. Pueden producirse si la luna contiene un núcleo rocoso con forma ovalada o hay un mar bajo su corteza de hielo.
Mimas tiene unos 400 kilómetros de diámetro, y su posible océano interno global estaría situado bajo una corteza helada cuyo grosor oscila entre los 25 y los 30 kilómetros. Se cree que el astro se formó por una lenta aglomeración de partículas del sistema de anillos de Saturno (una acumulación gradual de materia) o bien por un crecimiento directo dentro de la nebulosa primigenia de gas y polvo de la que se formó el Sol y otros astros de nuestro sistema solar. La corteza de hielo, relativamente lisa y más o menos esférica, tapa lo que sea que se halle debajo.