Climatología
Perfil estadístico de los escépticos del cambio climático
Diversos análisis estadísticos han aportado evidencias de que las opiniones sobre temas de ecología y del clima a menudo están muy influenciadas por factores que nada tienen que ver con observaciones científicas.
Y más significativamente, los sondeos de opinión han demostrado en numerosas ocasiones que, por ejemplo, en Estados Unidos, los votantes que se identifican a sí mismos como afines al Partido Demócrata o de ideales liberales son mucho más proclives a creer en un cambio climático global provocado por las actividades humanas, que quienes se identifican a sí mismos como afines al Partido Republicano o de mentalidad conservadora.
Por sexos, las mujeres creen más en el cambio climático antropogénico que los hombres. Y por edades, los jóvenes creen más que las personas mayores.
En varios estudios concluidos recientemente, se ha ido un paso más allá. Los experimentos llevados a cabo por investigadores de la Universidad Temple, la de Nueva York, la de Chicago y la de California en Berkeley, han puesto de manifiesto que las opiniones de las personas pueden ser influenciadas mediante el ardid de subir o bajar el termostato de la habitación donde estén respondiendo a las preguntas.
Esta línea de investigación puede parecer baladí. Pero en países que acaben de salir de un invierno duro, la opinión de la gente puede estar influenciada por el frío que ha pasado durante los últimos meses. Y eso puede dejarse notar en las urnas, con un descenso de votos para los partidos políticos de corte ecologista y un aumento para los menos sensibilizados sobre la protección del medio ambiente.![[Img #2446]](upload/img/periodico/img_2446.jpg)
No falta incluso quien señala que el mero hecho de celebrarse en Estados Unidos las elecciones presidenciales en Noviembre, un mes de bastante frío en buena parte de ese país, puede contribuir a "enfriar" la credibilidad del calentamiento global para bastante gente, sobre todo si ese mes de Noviembre resulta ser más frío que los de años recientes, y aún cuando estos descensos de temperaturas también son una de las consecuencias del calentamiento global, que altera patrones meteorológicos y de circulación oceánica de tal modo que en zonas específicas el termómetro puede bajar en vez de subir.



