Geología
Menos oxígeno en mares más cálidos hace 56 millones de años
El calentamiento global influye sobre la vida marina de maneras complejas, de las cuales la pérdida de oxígeno disuelto (un problema conocido como hipoxia) genera cada vez más preocupación. Este tipo de desoxigenación causa zonas de mínimo oxígeno más grandes en área y profundidad en los océanos. Una zona de mínimo oxígeno es la franja de agua de un océano donde menor es la saturación de oxígeno.
Sin embargo, es muy difícil predecir el alcance de una desoxigenación futura inducida por las emisiones de carbono, sin contar con algún precedente previo del que aprender cosas. El precedente más accesible para los científicos parece ser el calentamiento global de hace entre 55 y 56 millones de años.
Nadie sabe a ciencia cierta qué fue lo que hizo que comenzase aquel calentamiento, pero no hay duda alguna de que la temperatura se elevó hasta en 6 grados centígrados. Ese proceso afectó al planeta durante 150.000 años, hasta que el exceso de carbono en los océanos y en la atmósfera fue reabsorbido en los sedimentos. El ecosistema terrestre cambió radicalmente, y muchas especies se extinguieron, durante ese calentamiento global, conocido como el Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno (MTPE, o PETM por sus siglas en inglés).
Documentar la expansión de las zonas de mínimo oxígeno durante el Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno es difícil debido a la falta de un indicador sensible y ampliamente aplicable del oxígeno disuelto.
![[Img #23597]](upload/img/periodico/img_23597.jpg)
Para abordar este problema, el equipo internacional de Zunli Lu y Xiaoli Zhou, de la Universidad de Siracusa en Nueva York, Estados Unidos, ha comenzado a trabajar con yodato, un tipo de yodo que solo está presente en aguas oxigenadas. Analizando las proporciones yodo-calcio en microfósiles, los científicos pueden estimar los niveles de oxígeno del agua de mar en la cual vivieron los microorganismos.
Comparando los datos de los fósiles con niveles de oxígeno simulados en modelos climáticos, los autores del estudio han llegado a la conclusión de que las zonas de mínimo oxígeno fueron mucho más comunes hace 55 millones de años de lo que son en la actualidad. La desoxigenación, junto con el calentamiento y la acidificación, tuvo un efecto drástico en la vida marina durante el Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno, provocando una extinción masiva en el fondo marino.






