Química
Un nuevo proceso químico para elaborar biocombustibles convierte además un desecho en productos valiosos
Un nuevo proceso catalítico es capaz de convertir lo que antes se consideraba desecho de biomasa en productos químicos lucrativos que pueden ser usados en fragancias, esencias o para crear combustible de alto octanaje destinado a coches de carreras o aviones a reacción.
El equipo del químico Mahdi Abu-Omar, del Centro Para la Conversión Catalítica Directa de Biomasa en Biocombustibles (C3Bio), adscrito a la Universidad Purdue en West Lafayette, Indiana, Estados Unidos, ha desarrollado un procedimiento que utiliza un catalizador químico y calor para espolear reacciones que convierten lignina (que la mayoría de las biorrefinerías consideran un desecho que solo sirve para ser quemado y obtener calor) en productos químicos mucho más valiosos.
La lignina es una molécula dura y altamente compleja que proporciona a la pared celular de las plantas su estructura rígida.
Con este nuevo método, además de lograr ese procesamiento más provechoso de la lignina, se puede extraer, en el mismo ciclo de un solo paso, celulosa de la biomasa ya libre de lignina. La celulosa es la base del etanol y otros combustibles líquidos.
La biomasa vegetal está compuesta principalmente de lignina y celulosa, una cadena larga de moléculas de azúcar que constituye una de las materias primas principales de las paredes celulares de las plantas. En la producción estándar de etanol, se usan enzimas para descomponer la biomasa y liberar azúcares. La levadura se alimenta entonces de los azúcares y crea etanol.
La lignina actúa como obstáculo físico por dificultar la extracción de azúcares de la biomasa y como obstáculo químico por “envenenar” a las enzimas. Muchos procesos convencionales de refinado incluyen pasos de pretratamiento muy aparatosos y agresivos para descomponer y eliminar la lignina.