Astronomía
Más probabilidades de lo creído para captar planetas de otras estrellas
La presencia de polvo en torno a una estrella suele ser un signo delatador de la existencia de planetas alrededor de ella, pero demasiado polvo puede impedir la observación de tales planetas desde la Tierra.
Afortunadamente, un nuevo estudio, realizado por el equipo de Bertrand Mennesson, del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California, Estados Unidos, indica que, en promedio, las estrellas parecidas al Sol, buenas candidatas a poseer planetas en órbita, no tienen a su alrededor tanto polvo como para imposibilitar observar sus eventuales planetas. Menos polvo en tales sistemas solares significa más probabilidades de lo creído hasta ahora para captar planetas fuera de nuestro sistema solar.
Los autores del nuevo estudio han llegado a esta conclusión después de inspeccionar casi 50 estrellas desde 2008 a 2011, usando el Interferómetro del Observatorio W. M. Keck en la cima del Mauna Kea, Hawái, Estados Unidos, el resultado de combinar los dos telescopios de 10 metros de dicho observatorio para lograr una combinación entre ambos equivalente a un único telescopio virtual de 85 metros.
Observar planetas de otras estrellas no es fácil. El primer obstáculo con el que se toparon los astrónomos es el hecho de que el brillo de las estrellas puede sobrepasar la luz de los planetas, de igual modo que aquí en la Tierra a plena luz del día no podemos ver el brillo de una luciérnaga. Este obstáculo se está superando, gracias al desarrollo de complejos instrumentos que permiten bloquear mucha de la luz de una estrella, permitiendo que el débil resplandor de los eventuales planetas a su alrededor se pueda captar con los telescopios. Ahora, con los resultados del nuevo estudio, el obstáculo del polvo excesivo también parece superable en muchos casos.
El próximo reto es fotografiar planetas más pequeños que la mayoría de los observados hasta ahora, y que además estén en la zona orbital habitable en torno a sus respectivas estrellas. Esta zona orbital es la franja alrededor de una estrella donde el calor de esta permite la existencia de agua líquida en la superficie de un eventual planeta.
Algunos de los posibles planetas de un tamaño y masa similares a los de la Tierra y que estén en dicha zona orbital habitable podrían albergar vida, y detectarla marcaría un antes y un después no solo en la historia de la ciencia sino incluso en la idiosincrasia humana. Algunas de las preguntas más trascendentales que el Ser Humano lleva intentando contestar desde su amanecer como especie, comenzando por la de “¿Estamos solos en el universo?”, podrían comenzar a tener respuesta.