Astronomía
La extraña galaxia que ha dejado perplejos a los astrónomos
Un equipo de astrónomos, con ayuda de voluntarios vía internet en un proyecto de ciencia ciudadana, ha encontrado un importante nuevo ejemplo de un tipo muy raro de galaxia que podría proporcionar información valiosa sobre cómo se desarrollaron las galaxias en el universo temprano.
La ciencia ciudadana, es decir, investigaciones científicas realizadas con la ayuda de voluntarios sin preparación técnica pero que cuentan con la baza de su amor a la ciencia y con la de la inmensa fuerza laboral que representa un colectivo de cientos o miles de personas, se ha demostrado una vez más como una poderosa herramienta de progreso científico. En este caso, el resultado de la labor científica de un ejército de personas corrientes pero motivadas ha sido el descubrimiento de la rara estructura que posee la galaxia J1649+2635, situada a casi 800 millones de años-luz de la Tierra. Esta galaxia es de tipo espiral, como nuestra propia Vía Láctea, pero, a diferencia de la nuestra y de cualquier otra galaxia espiral normal, posee “chorros” prominentes de partículas subatómicas impulsadas hacia fuera desde su núcleo a una velocidad próxima a la de la luz.
Por lo que se sabe, tales chorros solo surgen en galaxias elípticas que se formaron a través de la fusión de espirales. No hay por ahora ninguna explicación para el hecho de que una galaxia espiral pueda tener estos chorros grandes, tal como subraya Minnie Mao, del Observatorio Nacional estadounidense de Radioastronomía (NRAO), y miembro del equipo de investigación.
J1649+2635 es solo la cuarta galaxia espiral que emite chorros descubierta hasta la fecha. La primera fue encontrada en 2003.
Imagen resultante de la superposición de una de tipo óptico y otra generada a partir de mediciones de ondas de radio, de la galaxia J1649+2635. El amarillo corresponde a la imagen en luz visible; el azul corresponde a la imagen confeccionada a partir de observaciones en ondas de radio, y es la más delatora de la presencia de los chorros. (Fotos: Mao et al., NRAO/AUI/NSF, Sloan Digital Sky Survey)
Los chorros como los que se ven salir de J1649+2635 están propulsados por la energía gravitatoria de un agujero negro supermasivo en el núcleo de la galaxia. El material arrastrado hacia el agujero negro forma un disco de rotación rápida, y las partículas son aceleradas hacia fuera a lo largo de los polos del disco. La colisión a partir de la cual presumiblemente se forja una galaxia elíptica altera el gas en las galaxias que se fusionan y proporciona “combustible” para el disco y el mecanismo de aceleración. Esa misma alteración, sin embargo, acabará destruyendo cualquier estructura espiral a medida que las galaxias se fusionan en una sola.
Esta galaxia luce muchos misterios. ¿Es el producto de un tipo de fusión especial que preservó una estructura espiral? ¿Era una elíptica que tuvo otra colisión que hizo reaparecer los brazos espirales? ¿Es su naturaleza única el resultado de la interacción con su entorno?