Ecología
Más indicios de que ciertos corales son extrañamente resistentes a la acidificación marina
Un equipo internacional de científicos ha analizado los efectos de las concentraciones elevadas de CO2 (dióxido de carbono) en las tasas de crecimiento y calcificación de corales de la especie Eunicea fusca, presente en aguas próximas a las Islas Bahamas, las Bermudas, el Sur de Florida y en las del Golfo de México.
Los investigadores recogieron especímenes de Eunicea fusca en aguas del archipiélago de Cayos de Florida, para someterlos a una simulación de una serie de condiciones de acidificación pronosticadas para el futuro, durante un experimento de cuatro semanas en el Laboratorio de Arrecifes de Coral y Cambio Climático, dependiente de la Escuela Rosenstiel de Ciencia Marina y Atmosférica de la Universidad de Miami en Florida, Estados Unidos.
Los especímenes de Eunicea fusca exhibieron dificultades en el proceso de calcificación bajo concentraciones elevadas de dióxido de carbono, pero aún así el crecimiento y la calcificación no se detuvieron ante ninguno de los niveles de CO2 utilizados en el estudio. Una reducción drástica de la calcificación apareció solo ante niveles extremadamente altos de CO2.
Los resultados obtenidos por el equipo formado, entre otros, por Chris Langdon, de la citada universidad estadounidense, así como Carlos E. Gómez y Juan A. Sánchez de la Universidad de Los Andes en Bogotá, Colombia, sugieren que estos corales, en comparación con otras especies que habitan en los arrecifes coralinos, pueden ser bastante más resistentes a los aumentos de acidez marina que se prevé que se produzcan durante este siglo como resultado del cambio climático global. De hecho, los resultados indican que en general los corales Eunicea fusca son más resistentes de lo creído a tales niveles futuros de acidificación oceánica.
Los corales del tipo estudiado forman estructuras complejas que proporcionan un hábitat esencial para otros de los organismos más importantes que habitan en los arrecifes coralinos.
La absorción de dióxido de carbono por el agua de mar provoca una disminución en su nivel de pH, o sea un aumento de la acidez. Dicha acidificación marítima se está notando en toda la red alimentaria marina. Su efecto más claro es la creciente dificultad que experimentan organismos como corales, ostras y erizos de mar, para construir sus conchas y esqueletos. Esta dificultad los hace más susceptibles a la acción de depredadores y a sufrir otros daños.
Los resultados del estudio se han hecho públicos a través de la revista académica Coral Reefs, editada por Springer.