Ingeniería
Mitigar los traumatismos craneoencefálicos mediante cascos más grandes y de interior más acolchado
En actividades que presentan para el sujeto algún nivel de riesgo de sufrir un golpe fuerte en la cabeza es conveniente usar un casco protector.
Motoristas, albañiles, soldados, y muchas otras personas dependen de la eficiencia que tengan sus cascos para amortiguar golpes en la cabeza.
Ahora, un estudio que especialistas del Laboratorio Nacional estadounidense Lawrence Livermore han realizado sobre cascos de soldados y de jugadores de rugby, indica que con el uso de cascos un poco más grandes y de interior más acolchado, se podría reducir la severidad de los traumatismos craneoencefálicos.
Willy Moss y Mike King, del citado laboratorio, han comprobado, entre otras cosas, que se puede obtener una protección significativamente mayor a través de modestos incrementos en el grosor del relleno blando interno.
Ese aumento no requeriría, en principio, rediseñar de manera drástica los cascos convencionales.
Bastaría que cada persona emplease un casco de una talla más grande de la que le correspondería según los criterios tradicionales, y en el que se habrían hecho unas pequeñas adaptaciones.![[Img #2629]](upload/img/periodico/img_2629.jpg)
Buena parte de esta investigación encabezada por Moss y King ha estado centrada en el ámbito militar, pero muchas de las conclusiones a las que se ha llegado atañen también a los cascos utilizados en otras actividades y oficios.


