Psicología
¿Quiénes tienden a ser más narcisistas: los hombres o las mujeres?
El narcisismo es un rasgo de personalidad que hace que el individuo esté centrado siempre en sí mismo, exagere sus talentos y habilidades, y carezca de la suficiente empatía hacia las demás personas. Es un rasgo diferente del de la autoestima alta. Una persona con la autoestima alta está segura de sí misma pero se preocupa por los demás y les presta atención. El narcisista no ve más allá de sus supuestos talentos, cree que todo gira a su alrededor, y no tiene en cuenta las ideas de los demás ni el valor de las aportaciones que pueden realizar. A menudo es incapaz de mantener a largo plazo relaciones sanas con otras personas, y es propenso a las conductas poco éticas y a la agresividad.
Revisando investigaciones que suman tres décadas de datos y más de 475.000 participantes, un nuevo estudio sobre el narcisismo llevado a cabo por el equipo de Emily Grijalva, de la Universidad en Buffalo (Universidad Estatal de Nueva York), revela que los hombres, en promedio, son más narcisistas que las mujeres. Los datos analizados reflejan de manera sistemática un nivel más alto de narcisismo en los hombres estudiados, aún siendo de generaciones diferentes y teniendo edades distintas.
Los investigadores estudiaron las diferencias de género en los tres aspectos del narcisismo: ambicionar el liderazgo, presumir de cualidades personales, y creerse con derecho a recibir de los demás la ayuda que necesita para sus proyectos.
El equipo de investigación encontró la mayor diferencia en este último aspecto, de un modo que sugiere que los hombres son más propensos que las mujeres a explotar a otros y a sentirse merecedores de ciertos privilegios.
La segunda mayor diferencia estuvo en la búsqueda del liderazgo. Comparados con las mujeres, los hombres se muestran más autoritarios y con un mayor deseo por alcanzar el poder y ejercer el liderazgo.
En cambio, no hubo diferencia alguna en cuanto a presumir de cualidades personales, lo que significa que ambos sexos tienen las mismas probabilidades de exhibir una conducta vanidosa.
Por otra parte, los datos examinados en el trabajo abarcaron estudiantes universitarios de 1990 a 2013, y no se encontraron evidencias de que alguno de los dos sexos se haya vuelto más narcisista con el paso del tiempo.
El siguiente paso en esta línea de investigación podría ser profundizar en los factores sociales, culturales o biológicos que contribuyen a estas diferencias de género.