Ecología
Logran repoblar un fiordo muerto al devolverle artificialmente el oxígeno perdido
Existe un número creciente de “zonas muertas” subacuáticas. Se trata de zonas esencialmente desprovistas de oxígeno (anóxicas), en las que ningún animal acuático puede vivir. Solo las pueden habitar bacterias que no necesiten oxígeno. La falta de este es un grave problema en bastantes de las aguas del mundo. Desde grandes océanos a pequeños fiordos, muchos entornos subacuáticos están afectados, y los modelos climáticos predicen un crecimiento de este fenómeno en el futuro.
¿Es factible utilizar sistemas de bombeo para dotar de oxígeno a esas aguas, y de este modo habilitarlas para el retorno de las formas de vida compleja ahora ausentes? Unos científicos de Dinamarca y Suecia han demostrado que sí.
El equipo integrado, entre otros, por Michael Forth, de la Universidad del Sur de Dinamarca, y Anders Stigebrandt, de la de Gotemburgo en Suecia, instaló bombas en un fiordo sueco que sufría un fuerte déficit de oxígeno, y ahora todos los organismos dependientes de este que en su día conformaban buena parte de la población original han regresado a él.
El fiordo de 4 kilómetros de largo y 1,5 de ancho, ubicado cerca de la localidad de Uddevalla, tiene una entrada poco profunda con una cuenca más honda, que en este caso alcanza los 51 metros de profundidad. El agua en la cuenca profunda del fiordo había estado sufriendo una gran escasez de oxígeno durante bastante tiempo.
Se empleó de manera intermitente un sistema de bombeo durante varios años, a partir de 2010, para trasladar agua rica en oxígeno de la superficie del fiordo hasta unos 35 metros de profundidad. Una vez logrado durante un tiempo suficiente, se ha roto el círculo vicioso de la escasez de oxígeno, y ahora ya no hay duda de que la vida normal ha regresado a esas aguas.