Ingeniería
Nueva técnica para mezclar luz con sonido, la base para una nueva forma de procesar datos
Durante décadas, la comunidad científica ha explorado formas de miniaturizar las tecnologías de procesamiento de señales a base de codificar la información en luz. Utilizando circuitos que controlan fotones en vez de electrones, los componentes individuales pueden hacerse mucho más pequeños y son capaces de soportar anchos de banda de información enormes. Sin embargo, falta una cosa: una forma efectiva de incorporar ondas acústicas, que mantienen la información más tiempo, en un espacio incluso más pequeño.
Creando nuevos circuitos que puedan controlar luz y sonido, unos investigadores de la Universidad Yale en New Haven, Connecticut, Estados Unidos, han desarrollado una serie de tecnologías híbridas que combinan lo mejor de ambos mundos.
El nuevo sistema, obra del equipo de Peter Rakich y Heedeuk Shin, combina fotones y fonones (energía electromagnética y energía sonora) para llevar a cabo sofisticadas tareas de procesamiento de señales mediante el aprovechamiento de las propiedades de las ondas acústicas, cuya menor velocidad resulta una ventaja en esta clase de labor. En este caso, las ondas sonoras tienen una frecuencia un millón de veces más alta que la máxima que los humanos podemos oír.
El sistema parte de un enfoque bastante diferente a los de intentos previos de lograr lo mismo. Este enfoque inusual se caracteriza por su notable flexibilidad. El producto final es un dispositivo que es más pequeño así como más ligero, en comparación con otros aparatos experimentales orientados a este objetivo, y puede ir en el mismo microchip con un procesador.
El resultado es que la información puede ser almacenada, filtrada y manipulada con una eficiencia mucho mayor. Al poder ser instalable en un chip de silicio, tiene el potencial de resultar menos caro que otros sistemas. También es factible adaptarlo a diversos diseños complejos de procesamiento de señales.