Paleontología
Nuevo impulso a la paleontología de gusanos
Los gusanos pueden ser tanto una bendición como una maldición, y existen desde hace muchísimo más tiempo que los humanos. Hay gusanos en casi cualquier parte del globo terráqueo, desde las cimas de las montañas hasta las chimeneas volcánicas en el fondo del océano. Estos organismos ejercen un papel fundamental en la biología del suelo y sirven de sustento a la vida vegetal y animal en nuestro mundo.
Pero hasta ahora, apenas se había investigado sobre cuándo surgieron y en qué hábitat lo hicieron. Hasta cierto punto, los gusanos han sido los grandes excluidos de la historia oficial de la vida en nuestro mundo.
La situación puede comenzar a cambiar gracias a un nuevo libro escrito por un experto de la Universidad Estatal de Oregón, "The Evolutionary History of Nematodes" ("La Historia Evolutiva de los Nematodos"), que establece por primera vez el campo de la paleonematología, es decir el estudio del origen y la evolución de estas pequeñas criaturas.
Bastantes agricultores, por lo general, sólo piensan en cómo matarlos, pues algunos nematodos son parásitos de los cultivos, tal como explica George Poinar, autor del libro y profesor de zoología de la universidad antes mencionada. Los genetistas les tienen un poco más de respeto, porque un nematodo, el C. elegans, es muy útil para las investigaciones genéticas modernas. Y por último hay también interés en algunos nematodos porque podrían ser importantes en el futuro de la agricultura orgánica y sostenible.
"Casi siempre, la mayoría de la gente sólo se preocupa por los nematodos cuando se infecta con una especie como la de los anquilostomas", subraya Poinar.
En algunas universidades, hay departamentos enteros dedicados al estudio de los nematodos, aunque sobre todo orientados a cómo matar a estos animales.
En cambio, no se había hecho casi nada hasta ahora para intentar averiguar más cosas acerca de sus orígenes, en parte porque los pequeños y blandos cuerpos de los nematodos aparecen raramente entre los fósiles. Por esto y por las razones antes expuestas, su historia ha sido en gran parte un misterio.
Poinar es uno de los principales expertos mundiales en el estudio de antiguas formas de vida que se encuentran atrapadas en el ámbar, una piedra semipreciosa formada a partir de la savia de árboles. Ésta tiene la rara capacidad de preservar antiguas formas de vida vegetal y animal casi en perfectas condiciones. A través de los nematodos que se encuentran en el ámbar, así como en algunos fósiles e, incluso, hasta en fuentes que a priori pueden parecer raras, como por ejemplo las momias egipcias, Poinar ha sentado las bases científicas para el estudio de la evolución de los nematodos.
Los nematodos más antiguos conocidos tienen unos 400 millones de años, pero Poinar cree que probablemente su origen data de hace unos mil millones de años. Si esto es cierto, significa que son una de las formas de vida más antiguas, habiendo surgido antes de que lo hiciera la mayoría de los demás animales, y casi a continuación de las bacterias, protozoos y hongos.