Un trackpad en la uña del dedo pulgar

El trackpad, la superficie típica en ordenadores portátiles sobre la que se desliza un dedo como se haría con un ratón sobre una alfombrilla o similar, puede expandirse ahora a infinidad de usos adicionales, gracias a una imaginativa adaptación del concepto, que permite disponer de un trackpad inalámbrico en la uña del dedo pulgar, y controlarlo acariciándolo con la yema del dedo índice o cualquier otro, un movimiento incluso más fácil y cómodo que el de hacerlo sobre el trackpad tradicional de un portátil.

Este llamativo avance tecnológico, obra del equipo de la ingeniera Cindy Hsin-Liu Kao, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos, tiene por misión permitir a los usuarios controlar dispositivos inalámbricos cuando tengan las manos ocupadas, respondiendo al teléfono mientras cocinan, por ejemplo. También podría mejorar otras interfaces, permitiendo que alguien que escriba textos en un teléfono móvil pueda, por ejemplo, cambiar de grupos de símbolos sin interrumpir su escritura. También puede servir para trabajar con mensajes de texto breves en circunstancias en las que se necesite que esta acción pase lo más desapercibida posible.

El aparato, llamado NailO, y del que ya hay un prototipo, fue inspirado por las coloridas pegatinas que algunas mujeres se aplican a sus uñas como ornamento. Se trata de un producto popular en los países asiáticos, tal como señala Kao, que es taiwanesa. Ella misma los ha llevado en muchas ocasiones.

Como lugar del cuerpo donde llevar un dispositivo de entrada de datos, la uña del pulgar tiene muchas ventajas: es una superficie dura sin terminaciones nerviosas, de modo que un dispositivo adherido a ella no dificultaría los movimientos ni causaría incomodidad. Y es fácilmente accesible desde los otros dedos, incluso cuando el usuario esté sujetando algo en su mano.

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