Paleontología
Indagando en la extinción de los mamuts lanudos a partir de genomas de estas bestias
La comparativa de las primeras secuencias completas de genoma aisladas de dos especímenes antiguos de mamut, ha permitido conocer mejor cómo se acabó extinguiendo el mamut lanudo.
Uno de esos mamuts, integrante de la última población, en la Isla rusa de Wrangel, se estima que vivió hace unos 4.300 años. El otro espécimen, del nordeste de Siberia, tiene una antigüedad de unos 44.800 años.
El más reciente de los especímenes analizados y comparados por el equipo internacional de Love Dalén y Eleftheria Palkopoulou, del Museo Sueco de Historia Natural en Estocolmo, ha resultado poseer una variación genética mucho más baja, incluyendo grandes extensiones de ADN sin variación de ninguna clase, la marca inconfundible de vivir en una población muy pequeña en la que los individuos emparentados se emparejan inevitablemente entre sí.
Así pues, antes de que el último mamut lanudo del mundo exhalara su último aliento, estos animales icónicos ya habían sufrido una considerable pérdida de diversidad genética.
Dado que el genoma de un individuo es un mosaico de trozos de ADN heredados de un gran número de antepasados, un único genoma contiene una enorme cantidad de información sobre la historia de la población de una especie.
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Aprovechando esto, los investigadores infirieron que las poblaciones de mamuts lanudos sufrieron un fuerte bajón demográfico en el Pleistoceno medio a temprano, hace unos 250.000 a 300.000 años, por razones que aún no están claras.
Ese más antiguo descenso poblacional temporal fue seguido por un declive más grave hacia el final de la última era glacial, del cual los mamuts lanudos nunca se recuperaron.



