Robótica
Robots subacuáticos capaces de planificar sus misiones
Durante la última década, los científicos han venido desplegando robots subacuáticos cada vez más sofisticados para cartografiar y monitorizar zonas del océano y así hacer un seguimiento de la salud de los caladeros, y estudiar hábitats marinos y especies. En general dichos robots, del tipo conocido como vehículos autónomos subacuáticos (AUVs, por sus siglas en inglés), son eficaces llevando a cabo tareas de bajo nivel, asignadas a ellos específicamente por parte de ingenieros humanos, que los programan durante un proceso tedioso y que les roba mucho tiempo.
Buena parte del tiempo de estos especialistas se consume en la escritura de “scripts”, u órdenes de bajo nivel, para poder hacer que el robot lleve a cabo un plan de misión. Ahora, un nuevo método de programación desarrollado por el equipo de Brian Williams, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos, proporciona a los robots más habilidades “cognitivas”. Gracias a ello, los humanos que utilizan uno de estos robots solo tienen que limitarse a indicarle el objetivo de alto nivel que debe cumplir. El robot se encarga de tomar las decisiones, también de alto nivel, necesarias para determinar cómo alcanzar dicho objetivo.
Por ejemplo, un ingeniero podría darle a un robot una lista de lugares que debe explorar, e imponerle unas determinadas condiciones, como por ejemplo un plazo máximo de tiempo, o la distancia al fondo marino que debe procurar mantener en todo momento. Utilizando el sistema ideado por el equipo del MIT, el robot podrá entonces planear una misión, eligiendo qué lugares explorar, en qué orden, y dentro de un intervalo de tiempo dado. Si algún acontecimiento inesperado impide que el robot complete una tarea, este podrá elegir, en tiempo real, abandonarla y pasar a la siguiente tarea, o por lo contrario reconfigurar su equipamiento para intentar salvar la situación y cumplir con el objetivo.
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Recientemente, el equipo probó el sistema autónomo de planificación de misiones durante una travesía marítima de investigación frente a la costa occidental de Australia. A lo largo de tres semanas, los ingenieros del MIT, junto con científicos del Instituto Oceanográfico de Woods Hole (WHOI) en Massachusetts, Estados Unidos, y otras instituciones, ensayaron varias clases de AUVs, y su capacidad de trabajar de forma conjunta para cartografiar el entorno oceánico.
Los investigadores del MIT probaron su sistema en un robot subacuático autónomo, y demostraron que el robot podía operar de forma segura entre otros vehículos autónomos, recibiendo al mismo tiempo órdenes de alto nivel. El robot subacuático, utilizando el sistema, pudo adaptar su plan de misión para evitar interponerse en el camino de otros vehículos y entorpecer sus misiones, logrando cumplir a la vez su propia misión científica, o por lo menos las tareas más importantes. Si otro vehículo estaba tardando más tiempo del esperado en explorar un área particular, el robot subacuático, utilizando el sistema del MIT, remodelaba sus prioridades, y elegía quedarse en su posición actual más tiempo, para evitar potenciales colisiones.
En definitiva, con el nuevo software, estos vehículos planean sus propias misiones, y las ejecutan, adaptan y replanifican por sí mismos, sin intervención humana.



