Neurología
Una fuerte exposición al humo de marihuana fumada por otros puede hacer que el individuo dé positivo en un control de drogas
El humo de marihuana que una persona puede inhalar como fumadora pasiva al estar un rato junto a un fumador activo en un espacio cerrado sin ventilación o en el interior de un vehículo con puertas y ventanillas cerradas, puede ocasionar que estas personas no fumadoras sientan los efectos de la droga, que tengan pequeños problemas con la memoria y la coordinación, y en algunos casos, que den positivo a la droga en un análisis de orina.
Estas son las conclusiones a las que se ha llegado en una investigación realizada por el equipo de Evan S. Herrmann y Ryan Vandrey, de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Estados Unidos.
De entre las drogas consideradas ilegales en la mayor parte del mundo, la más consumida es la marihuana. Debido a ello, bastante gente no consumidora se ve expuesta al humo de la marihuana en algún momento. Si esta exposición es leve, puede que el fumador pasivo ni se dé cuenta. Pero si es lo bastante fuerte como para provocar los efectos verificados en el nuevo estudio, notará la exposición, aunque no sepa qué producto está siendo fumado.
Los investigadores reclutaron a 7 personas con edades comprendidas entre los 18 y los 45 años que afirmaron fumar marihuana al menos dos veces por semana y dieron positivo al ingrediente activo de la droga, pero que dieron negativo a otras drogas, así como 12 personas en el mismo rango de edades que dijeron no haber consumido marihuana en los últimos seis meses y que dieron negativo a esta, a otras drogas y al alcohol. No intervino ninguna mujer embarazada, y ninguno de los no fumadores participó en más de una sesión. Seis fumadores y seis no fumadores pasaron una hora sentados uno al lado del otro en una sala de unos 3 por 4 metros, en dos sesiones experimentales.
Voluntarios no fumadores son expuestos al humo de “segunda mano” de fumadores de marihuana, durante una hora, en una cámara experimental de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins. Cuando el sistema de ventilación se detuvo, como en esta imagen, todos los no fumadores mostraron luego niveles detectables del ingrediente activo de la droga en la sangre y en la orina, y manifestaron sentir los efectos de la droga. (Foto: Cortesía de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins)
Tras las sesiones, Herrmann, Vandrey y sus colegas encontraron en los fumadores pasivos efectos de la droga que persistieron durante las primeras horas posteriores, una ligera sensación de intoxicación y un moderado deterioro en mediciones de rendimiento cognitivo. Fueron efectos relativamente pequeños, pero incluso así, algunos participantes no pasaron con éxito el equivalente a un control de uso de drogas en el puesto de trabajo.