Neurología
Investigar problemas mentales mediante brotes de corteza cerebral humana en una placa de Petri
Un paciente atormentado por pensamientos suicidas proporciona a su psiquiatra unos cuantos cabellos. Esta profesional obtiene células madre a partir de ellos para producir en una placa de Petri tejido cerebral que contenga los secretos de su particular enfermedad. Y finalmente, ella utiliza la información para preparar genéticamente un tratamiento que corrija el funcionamiento del circuito cerebral afectado en su paciente. ¿Es ciencia-ficción? Todavía sí, pero no por mucho tiempo.
Una tecnología en fase de desarrollo, obra del equipo del Dr. Sergiu Pasca, de la Universidad de Stanford (campus de Palo Alto), en California, Estados Unidos, y financiada por los Institutos Nacionales estadounidenses de la Salud (NIH), está acercando el día en que ese escenario de medicina personalizada aparentemente futurista se vuelva del todo real. Los científicos han cultivado, con un nivel de perfección cada vez mayor, miniestructuras tridimensionales que crecen y funcionan de forma muy parecida a la corteza del cerebro de la persona de la que derivan. Sorprendentemente, estos “brotes” u “organoides” rezuman actividad neuronal en red. Las células hablan entre sí en circuitos, de manera muy parecida a como lo hacen en nuestros cerebros.
A estas singulares estructuras, los creadores de la técnica las describen como esferoides de corteza cerebral humana.
Si bien la tecnología está aún madurando, existe un gran potencial en el uso de los ensayos mediante “brotes” de cerebro, a fin de intentar encontrar y validar nuevos tratamientos médicos de forma más precisa, así como probar su seguridad y eficacia, antes de ser usados en personas con una enfermedad mental.
¿Qué será lo siguiente? Quizá el desarrollo de los múltiples subtipos neuronales que normalmente pueblan la corteza, así como las conexiones a larga distancia entre esta estructura parecida a la corteza y otras estructuras en forma de “brotes” u “organoides”.