Física
Nueva y eficaz lente para rayos X
Los rayos X no se usan solo para las radiografías sino también para estudiar el mundo nanométrico, ya que además de que su poder de penetración nos permite ver el interior de los objetos, son capaces de mostrar detalles mucho más finos que los mostrados por la luz visible.
El tamaño de los detalles más pequeños distinguibles depende de la longitud de onda de la radiación utilizada. Los rayos X tienen longitudes de onda muy cortas, de aproximadamente entre 1 y 0,01 nanómetros, mientras que en el caso de la luz visible son de entre unos 400 a cerca de 800 nanómetros. Un nanómetro es una millonésima de un milímetro. La alta penetración de los rayos X es ideal para la toma de imágenes tomográficas tridimensionales de objetos, como células biológicas, chips de ordenador, y otros. Pero esto significa también que los rayos X atraviesan directamente las lentes convencionales sin ser curvados o enfocados.
Hay formas de enfocar los rayos X, pero, aunque se usan con resultados razonablemente buenos, todas ellas tienen limitaciones.
El equipo de la física Saša Bajt, del Sincrotrón Alemán de Electrones (DESY, por sus siglas en alemán), ha diseñado, fabricado y probado con éxito una lente para rayos X que produce imágenes más nítidas y brillantes del mundo nanométrico. La lente emplea un concepto innovador para redirigir los rayos X en una amplia gama de ángulos, creando una gran potencia óptica (convergencia o potencia de refracción).
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Cuanto más grande es la convergencia, más pequeños son los detalles que puede resolver un microscopio, pero tradicionalmente ha sido difícil torcer rayos X bajo ángulos lo bastante grandes.
Fabricando una nanoestructura que actúa como un cristal artificial, el equipo de Bajt ha conseguido lograr el mismo efecto que con una potencia elevada de refracción.



