Los chimpancés son capaces de metacognición

Los seres humanos experimentamos sensaciones de duda y de confianza acerca de lo que sabemos o creemos saber. Somos capaces de diferenciar entre lo que sabemos a ciencia cierta y aquello de lo que estamos un poco menos seguros. Esta habilidad para evaluar e incluso predecir nuestra eficiencia mental ante una situación determinada, recibe el nombre de metacognición. Y es una de nuestras capacidades cognitivas más sofisticadas. Hasta no muchos años atrás, se creía que se trataba de una capacidad exclusivamente humana.

Una nueva investigación indica ahora que los chimpancés son capaces de metacognición. Y que pueden ajustar su comportamiento en función de ello.

En el estudio, el equipo de Michael Beran, director adjunto del Centro de Investigación del Lenguaje en la Universidad Estatal de Georgia en Atlanta, Estados Unidos, sometió a tres chimpancés a una serie de pruebas informatizadas sobre su memoria.

A lo largo de la serie de experimentos, los chimpancés mostraron de forma reiterada que evaluaban la fortaleza de sus recuerdos y que actuaban según ello. Así, era más probable que se trasladaran antes al área de recepción de recompensas, con anterioridad a cualquier respuesta por parte del programa de ordenador, cuando daban las respuestas correctas que cuando las daban incorrectas. El ordenador siempre les decía si tenían razón o no, pero al trasladarse antes cuando sabían que sí la tenían, obtenían con más prontitud su recompensa.

El equipo ha llegado a la conclusión de que estos resultados, junto con otros, apoyan la idea de que los chimpancés comparten con los humanos la capacidad de la metacognición. Aunque esta capacidad no significa que los chimpancés tengan las mismas experiencias conscientes que son típicas de los humanos al actuar metacognitivamente, sí refleja una forma de control cognitivo que subyace en la toma de decisiones inteligentes tanto en chimpancés como en humanos.

El próximo paso en esta línea de investigación es explorar si otros animales inteligentes, primates o no, muestran la misma capacidad de metacognición.

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