Lanzamiento fallido de la misión Dragon CRS-7 hacia la estación espacial

La estación espacial internacional va a tener que enfrentarse a lo impensable: tres de las cuatro formas de enviar suministros hasta el complejo orbital han fallado en el transcurso de unos meses, y los socios van a tener que tener en cuenta esta situación en el planteamiento de utilización de la ISS durante el próximo año. La pérdida de la misión Dragon CRS-7 es además lamentable debido a la destrucción de varios elementos de especial interés, además de poner de relieve su vulnerabilidad, teniendo en cuenta que su cohete tendrá que transportar astronautas muy pronto.

El vuelo se inició a las 14:21 UTC del 28 de junio, y pareció desarrollarse normalmente. La misión debía incluir un nuevo intento de recuperación de la primera etapa del cohete Falcon-9 v1.1. Sin embargo, 2 minutos y 19 segundos después del lanzamiento desde Cabo Cañaveral, en la fase final de funcionamiento de dicha etapa, se produjo una aparente sobrepresurización del tanque de oxígeno líquido en la segunda, durante la preparación para su puesta en marcha. La situación provocó la rotura de las estructuras y el estallido del cohete a unos 45 Km de altitud, cuando aún seguían en marcha los ocho motores Merlin del primer escalón. Unos segundos después, todo el cohete se desintegraba y sus fragmentos caían haca el Atlántico. Las imágenes mostraron a la cápsula Dragon cayendo de una pieza.

Además de la cápsula recuperable y sus suministros para los astronautas, el accidente provocó otras graves pérdidas, entre ellas el adaptador de acoplamiento IDA-1, que debía ser instalado para permitir la unión de futuras cápsulas tripuladas estadounidenses, un traje espacial y 8 satélites cubesat Flock-1f. Además, el cohete transportaba algunos elementos que ya se habían perdido durante el accidente del cohete Antares y su vehículo Cygnus (Orb-3), hace varios meses. Entre ellos destacaban varios experimentos proporcionados por estudiantes, que tuvieron que ser construidos de nuevo, y un tanque de oxígeno NORS.

Los astronautas disponen de suministros suficientes hasta octubre, y Rusia ha anunciado que tendrá lista una nueva cápsula Progress para julio, una vez resueltos los problemas en la etapa superior de su cohete que inutilizaron el anterior vehículo de la serie. Es posible que algunos de dichos suministros sean ahora cambiados, según las prioridades, mientras que otros elementos serán retrasados, sobre todo si deben ser construidos de nuevo.

También está previsto este año el envío de otra Cygnus, pero esta vez sobre un cohete Atlas, mientras se rediseña el Antares, así como un vehículo japonés HTV. La fortaleza del programa, precisamente, se halla en el uso de diferentes sistemas para transportar suministros, de manera que si alguno falla es posible no interrumpir la secuencia mientras se examina el problema. Lo inesperado es que tres de ellos hayan fracasado en un plazo de tiempo tan corto. En el peor de los casos, la tripulación de la estación puede limitarse a tres personas, pero esto no está aún previsto. E incluso podría dejarse el complejo sin ocupantes durante un tiempo.

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