Climatología
Hacia una valoración de los pros y contras de manipular nubes para combatir el cambio climático global
Algunas nubes refrescan la Tierra. Y ello hace pensar en lo muy útil que sería tener bastantes de estas nubes en el cielo si ello sirviera para esquivar los efectos nocivos del calentamiento global y no acarrease efectos secundarios perjudiciales.
Hay sobre el tema, sin embargo, muchas preguntas sin respuestas claras.
¿Cómo se forman estas nubes? ¿Cómo la química oceánica influye en la formación de tales nubes? ¿Este proceso será afectado por el cambio climático? ¿Seremos capaces los seres humanos de influir en la formación de esas nubes para así aumentar el efecto refrescante que ejercen, con resultados positivos para la salud del planeta?
El microbiólogo William Whitman y la experta en ciencias marinas Mary Ann Moran, de la Universidad de Georgia, en Estados Unidos, piensan que éstas son preguntas muy oportunas.
En un intento de encontrar respuestas lo más robustas posible para estas preguntas, han realizado un estudio que aporta nuevos y esclarecedores datos.
El equipo de Whitman y Moran ha descubierto genes cruciales de las bacterias que influyen en el flujo de gas de azufre proveniente de la superficie oceánica.
El hallazgo abre una línea de investigación que se dirige hacia las respuestas para algunas de esas preguntas. Y también va a permitir conocer mejor el papel que las bacterias oceánicas tienen en la formación de las nubes.![[Img #3049]](upload/img/periodico/img_3049.jpg)
Gracias a este hallazgo, los científicos tendrán ahora mejores oportunidades para evaluar los impactos del cambio climático en el proceso de formación de nubes, y las consecuencias potenciales de manipular las nubes, la estrategia que algunos científicos han propuesto como una forma de mitigar el calentamiento global.



