Astronáutica
Rosetta: preparándose para el perihelio
Las investigaciones de Rosetta en su cometa prosiguen, mientras los equipos de la misión han entrado ya en la cuenta atrás del mes previo al perihelio -el punto de la órbita del cometa más próximo al Sol- en que se espera que la actividad del cometa alcance su punto máximo.
Rosetta lleva estudiando el cometa 67P/Churyumov–Gerasimenko más de un año -las observaciones comenzaron durante el acercamiento al cometa en marzo de 2014-. En ese periodo Rosetta observó un brote de actividad a finales de abril 2014 y a principios de julio del mismo año descubrió la curiosa forma del cometa, con sus dos lóbulos.
Tras llegar a una distancia de 100 Km del cometa el 6 de agosto de 2014, Rosetta ha dedicado un intenso año a analizar las propiedades de este curioso objeto: su interior, su superficie, y el polvo, el gas y el plasma que lo rodean.
Se sabe que los cometas están hechos de polvo y fragmentos de hielo. A medida que estas partículas heladas son calentadas por el Sol se convierten en vapor, con gases que arrastran consigo el polvo del cometa. Unidos, el gas y el polvo crean una atmósfera difusa, o coma, y las colas, a menudo espectaculares, se extienden decenas o cientos de miles de kilómetros en el espacio.
Si bien las observaciones desde tierra pueden seguir desde la distancia el desarrollo de la coma y la cola, Rosetta puede estudiar el origen de esta actividad en el núcleo del cometa en auténtica primera fila.
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El cometa completa una órbita alrededor del Sol en 6.5 años, desde más allá de la órbita de Júpiter en su punto más alejado, hasta entre las órbitas de Marte y la Tierra en su punto más próximo.
El encuentro de Rosetta con el cometa se produjo a 540 millones de kilómetros del Sol. El 13 de julio, a un mes del perihelio, esta distancia es mucho más pequeña: 195 millones de kilómetros. Rosetta y el cometa se desplazan actualmente en su órbita a unos 120.000 kilómetros por hora; el 13 de agosto estarán a 186 millones de kilómetros del Sol.
“El perihelio es un hito importante en el calendario de cualquier cometa, y mucho más para la misión Rosetta, porque esta será la primera vez que una nave siga de cerca un cometa a medida que completa esta fase de su viaje alrededor del Sistema Solar”, dice Matt Taylor, jefe científico de Rosetta, de la ESA.
“Estamos ansiosos por llegar al perihelio; durante el año siguiente, dentro de nuestros estudios a largo plazo, seguiremos observando cómo cambia el núcleo del cometa, su actividad y el plasma a su alrededor”. (Fuente: ESA)



