Entomología
Las abejas regulan su velocidad de vuelo teniendo también en cuenta los obstáculos en vertical
A diferencia de los seres humanos, las abejas tienen un campo visual que las permite evitar obstáculos que están por encima de ellas. Hasta ahora no se sabía si esto las ayudaba a controlar su velocidad de vuelo.
Una reciente investigación realizada por especialistas en biorrobótica del Instituto de Ciencias del Movimiento (CNRS / Universidad Aix-Marsella II) ha confirmado que ese campo visual sí ayuda a las abejas a controlar su velocidad de vuelo.
Las abejas estudiadas modificaron su velocidad en concordancia con la proximidad a los obstáculos, tanto cuando estos estaban en el plano horizontal como en el vertical. Las abejas consiguen esto gracias al flujo óptico percibido.
¿Cómo una criatura tan diminuta como una abeja, cuyo cerebro es proporcionalmente más pequeño que el de un pájaro, puede lograr controlar su vuelo y evitar obstáculos cuando vuela y cuando está en tierra?
Ahora se sabe que la conducta sensoriomotora de las abejas se basa en un sistema nervioso compuesto por una cantidad de neuronas de entre cien mil a un millón.
Cuando el insecto está volando, una imagen de su entorno se mueve desde adelante hasta atrás en su campo visual, creando un flujo óptico, el cual se define como la velocidad angular de los contrastes ambientales que pasan por su campo visual. Por definición, estos flujos ópticos dependen de la relación entre la velocidad y la distancia a las superficies más cercanas.