Biología
El papel del peróxido de hidrógeno en la curación de heridas
Los resultados de una investigación reciente explican cómo las células cutáneas y las fibras nerviosas de detección táctil en la piel lesionada coordinan su regeneración durante la cicatrización de heridas.
El estudio se llevó a cabo en larvas del pez cebra, un modelo ampliamente utilizado para investigar el desarrollo y la regeneración. La transparencia óptica de estas larvas permite la visualización de las fibras sensoriales en los animales vivos y medir su regeneración.
La detección de estímulos táctiles, tales como la presión, la temperatura y ciertos productos químicos nocivos, se consigue mediante axones sensoriales periféricos, que forman redes altamente ramificadas en la piel. Tras producirse la herida, las células de la piel proliferan y migran hacia el punto dañado para sellar la herida, y los axones sensoriales periféricos que se conectan a la piel también deben regenerarse para restaurar la función sensorial. Los experimentos con anfibios y aves de corral han sugerido que la piel lesionada promueve la regeneración de los axones periféricos, pero los mediadores moleculares de este efecto no habían sido identificados, hasta ahora.
Sandra Rieger y Alvaro Sagasti, investigadores de la UCLA (Universidad de California en Los Ángeles), encontraron que una señal química liberada por las células de la piel herida promueve la regeneración de las fibras sensoriales, lo que ayuda a garantizar que la percepción táctil se restablezca para lograr así una completa curación de la piel. Y han descubierto que el peróxido de hidrógeno, que se halla presente en altas concentraciones en las heridas, es un componente crucial de esta señal.
Desde bastante tiempo atrás, se sabía que el peróxido de hidrógeno es un subproducto tóxico de los daños celulares, pero sólo recientemente se ha apreciado que bajas concentraciones del mismo pueden activar ciertas vías moleculares que regulan el desarrollo celular. Lo que no se había explorado aún era si el peróxido de hidrógeno también participaba en la regeneración de los axones periféricos.