Ecología
Oleada extraña de casos de ballenas varadas y muertas en playas de Alaska
Las recientes muertes de 30 grandes ballenas en la zona occidental del Golfo de Alaska han sido objeto de una investigación preliminar por la Administración Nacional estadounidense Oceánica y Atmosférica (NOAA) y se ha dictaminado que constituyen un “suceso de mortandad inusual”. Debido a ello, se ha puesto en marcha una investigación mayor para intentar esclarecer las causas del inquietante fenómeno.
Desde mayo de 2015, 11 ballenas de aleta (del tipo conocido como rorcual común), 14 ballenas jorobadas, una ballena gris y cuatro cetáceos no identificados han quedado varados en playas de las islas de la zona occidental del Golfo de Alaska y la costa sur de la Península de Alaska. Hasta la fecha, esto eleva los casos de tal clase para esta región hasta el triple del promedio histórico.
Los casos de ballenas que quedan varadas en playas en cantidades anormalmente grandes han estado rodeados de misterio desde tiempos inmemoriales. Ya en época de Aristóteles se intentaba desentrañar las causas del fenómeno. Estos sucesos en la actualidad pueden ser investigados y sus causas, a menudo asociadas al Hombre, identificadas. Pero no siempre es fácil; en parte porque las causas pueden tener un componente natural y otro artificial. Por ejemplo, las toxinas liberadas al agua a consecuencia de proliferaciones masivas de algas nocivas, como las mareas rojas, promovidas a su vez por cambios químicos del agua provocados por actividades humanas, han tenido bastantes veces la culpa de casos en que cantidades considerables de criaturas marinas grandes, incluyendo ballenas, han quedado varadas y muertas en una playa.